Feature

por Petra Alexander

Las noticias reportan diariamente el avance del COVID, y las cifras nos preocupan. La Comunidad Hispana de los Condados de Riverside y San Bernardino se reporta como la más afectada, y una de las razones que se da es que muchos de ellos siguen trabajando y son trabajadores esenciales en diversas áreas. En el sistema de salud tenemos muchos latinos y latinas, como este equipo que trabaja en las emergencias del Hospital de Loma Linda. Amy Escobedo, de la parroquia Santa Elizabeth, Ont. Lleva toda esta temporada en urgencias, tiene tres niños y lleva mucha presión evitando el contagio. Lo mismo su prima Nataly Romero, que está todo el día aplicando pruebas de COVID a personas con síntomas. Hilda Escobedo, madre de Amy y tía de Nataly y otros trabajadores de salud comenta:   “_ Les despedimos con oraciones, invocamos cada día a Dios y sentimos alivio y gratitud cuando regresan. Nos emociona las marcas de las mascarillas en sus caras, sus ojos cansados que se iluminan cuando ya pueden estar con sus hijos. Qué dura es esta prueba para todos los que trabajan en salud.” 

Otro escenario es el que comparte José L. Pérez Escobedo, de Nuestra Señora del Rosario, que dirige una cuadrilla de trabajadores en una lavandería industrial donde llegan grandes cantidades de ropa de hospital. “- Cuando vemos las bolsas con letreros COVID nos estremecemos. Ha sido una temporada muy dura. Muchas personas han dejado de venir, tienen a sus niños en casa o, enfermos, y les preocupa  el riesgo de contagio. Hemos doblado turnos y no dejamos de pensar que hacemos todo esto como una expresión de servicio a los afectados, que nuestro trabajo sostiene también al Cuerpo de Cristo que sufre y padece por el COVID.”

También los trabajadores del campo se han mantenido a la vanguardia. Ana Julia Hinojosa, del Santuario de Guadalupe, Mecca se ha levantado de madrugada como muchos de sus compañeros, para evitar las temperaturas del mediodía, cubiertos con varias capas de ropa, las cuadrillas de trabajadores se encomiendan a Dios, y se dan ánimo. “_Sabemos que el contagio es alto en el Valle de Coachella, sin embargo tenemos la meta de ser optimistas y darnos  ánimos, procuramos concentrarnos en los detalles de nuestra tarea. Los que están en la uva, en el bell pepper, eggplant…  Nos decimos: “Un día a la vez”.  Jazmin Santiago, trabajadora del Centro Galilea ha visto el temor de los campesinos cuando se sienten mal y viven la incertidumbre al esperar  la prueba. “_ La mayoría ya se han ido al Valle Central, los cultivos que ocupan mayor mano de obra se han terminado. No podemos  creer que durante este tiempo tan difícil, no han dejado de salir las cajas con frutas y verduras que llegan a nuestra mesa….”

Reconocemos y agradecemos a tantos hermanos y hermanas que honran al pueblo hispano con su servicio y entrega.

Feature

El Fondo de Ayuda de COVID-19 fue creado para ayudar a los hermanos y hermanas necesitados como resultado de la difusión del coronavirus y para las familias en crisis que no tienen donde acudir.

Por Ken F. Sawa

CEO/ Vicepresidente Ejecutivo

Caridades Católicas San Bernardino-Riverside

Comenzando el 20 de marzo, el personal de Caridades Católicas se reorganizó rápidamente para poder proveer servicios sociales esenciales para los individuos y las familias que se encuentran económicamente desventajados, vulnerables o que tienen alguna necesidad, así como lo pidió el Gobernador en su Orden Ejecutiva.  Desde entonces, en varios lugares alrededor de la diócesis, Caridades Católicas ha proveído ayuda directa que ha beneficiado a más de 5,000 niños, adultos, y adultos mayores que han sido impactados directamente por la difusión del COVID-19.

Implementando estrictas medidas de protección y protocolos para proteger personal, voluntarios, y aquellos con necesidad, el personal ha encontrado alojamiento en motel para docenas de personas sin hogar, prevenido numerosos desalojos y embargos, evitado que se apaguen las utilidades, aumentado los programas de distribución de comida, proporcionado servicios de apoyo a personas indigentes, repartido comida a personas mayores aisladas, y proveído asistencia de entierro para varias familias que han perdido un ser querido en este tiempo.

Ahora, a pesar de “re-aperturas” limitadas, el COVID-19 sigue siendo una crisis clara y presente.  Es al mismo tiempo una crisis de salud pública y una crisis económica nacional.  Como todos sabemos, las vidas de las familias han sido alteradas por innumerables interrupciones como resultado del virus-incluyendo empleo, cuidado de niños, cierre de escuelas, miedos e inseguridades, y varios otros cambios inmediatos que han causado crisis incontables.  Las personas indigentes también han sido impactadas directamente ya que sus medios de supervivencia también han sido interrumpidos.

Caridades Católicas provee servicios sociales con compasión que responden al sufrimiento del vulnerable y aquellos en crisis en nuestras comunidades locales. 

Por lo tanto, enfrentar los impactos de la difusión del COVID-19 es nuestro reto, y como siempre, Caridades Católicas hará todo lo que pueda en este momento para aquellos con las mayores necesidades en la medida en que vayan permitiendo los recursos.

El Fondo de Ayuda COVID-19 fue establecido para que Caridades Católicas haga más para las familias necesitadas -particularmente para aquellas que no son elegibles para programas de asistencia actuales. También, igual de importante, el fondo es una oportunidad para que otros en nuestra Iglesia y nuestra comunidad hagan su parte para ayudar a nuestros hermanos y hermanas que necesitan la ayuda de los demás. 100% de las contribuciones al fondo asistirán directamente a familias en grave necesidad de apoyo comunitario en este tiempo.  Existen más familias con necesidad que recursos disponibles- por lo tanto cada dólar es importante.

Sin embargo en medio de los varios retos que enfrentan nuestra nación, nuestro estado, y nuestra región en este momento, Caridades Católicas también está anticipando las dificultades venideras para familias pobres que no tienen los recursos financieros ni la red de seguridad para enfrentar los retos sin precedente que los esperan con la recesión venidera.  Varios de aquellos más profundamente impactados por las realidades difíciles de hoy seguirán necesitando nuestra atención y nuestro cuidado mientras que la economía comienza su lenta recuperación.  La ayuda de aquellos menos afectados ahora, quienes pueden seguir adelante sin ayuda, será fundamental en ayudar aquellos que tienen necesidad.

No importa la cantidad de apoyo, cada contribución hace una diferencia.  En nombre de aquellos en crisis que necesitan nuestra ayuda le damos gracias por su apoyo. Caridades Católicas es una fuerte presencia Católica en la región, siempre representando su corazón y sus manos en la comunidad.

ENLACE PARA DONAR 

TELÉFONO PARA DONAR:

(909) 763-5920

DONAR POR CORREO:

Catholic Charities

1450 North D Street, San Bernardino, CA 92405

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