Inmigración

WASHINGTON-El Obispo Eusebio Elizondo, obispo auxiliar de Seattle y presidente de la Conferencia Episcopal de Estados Unidos (USCCB) Comisión de Migración expresó su profunda preocupación por los informes de que el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) pronto comenzarán una serie de redadas de deportación de inmigrantes que durará un mes. El Presidente entrante del comité, el Arzobispo José H. Gómez de Los Ángeles, también expresó esta preocupación.

COACHELLA—En un año electoral, la Misa Diocesana de migración apropiadamente no estuvo exenta de connotaciones políticas.

 Pero también fue subrayada por poderosos testimonios personales de los que buscan refugio en los Estados Unidos del extremo peligro en su país de origen. Y si el extenso número de gente al aire libre en la parroquia de Nuestra Señora de la Soledad en Coachella que superó 1500 era una indicación, el mensaje de “acoger al extranjero” claramente resonó.

 “Estamos llamados a ver en cada persona el rostro de nuestro Dios. Es por eso que estamos aquí hoy “, dijo el obispo Gerald Barnes en el inicio de su homilía. “Nuestra dignidad viene de nuestro Dios ... Nadie, ninguna ley, ningún político, ningún miedo, ninguna actitud, ningún gobierno, ninguna pandilla, ningún terrorista, puede quitarnos esa dignidad.”

 La décima Misa Anual migración también fue única este año por el apoyo de la Arquidiócesis de Los Ángeles como el cardenal Roger Mahony y los obispos auxiliares Edward Clark, Oscar Solís y Alexander Salazar se unieron al obispo Barnes y el obispo auxiliar emérito Rutilio del Riego como con celebrantes.

Por Hilda Cruz

 Estos últimos años nos hemos dado cuenta del gran fenómeno migratorio del mundo entero y las grandes crisis que viven aquellos que son empujados a dejar sus países natales. Las guerras, la violencia de las pandillas, las amenazas de los narcotraficantes, el no poder proveer para la familia, son las razones que se escuchan con mucha frecuencia. Hemos visto las imágenes de estos migrantes arriba del tren en Centro América, llamado la bestia. Los cuerpos que flotan en el mar después de que los barcos son invertidos por la marea. También vemos imágenes de miles de personas huyendo de Siria a pie, con destino a Europa en donde solo se encuentran con barricadas y oficiales del ejército en las fronteras. 

 Ante esta crisis migratoria, la iglesia nos llama a practicar la obra de misericordia de acoger al forastero y tratarlo con la dignidad que Dios nos dio a cada uno de nosotros. Pero podemos hacernos creer que esta crisis está al otro lado del mundo y así, ni para qué preocuparse. Pues siempre hay algo que podemos hacer. Podemos ser la voz para el que no la tiene. Usted puede llamar a su representante del congreso y pedirle que los Estados Unidos acojan a estos refugiados que piden ayuda. Puede dar su aportación monetaria a organizaciones como Catholic Relief Services. Ellos responden a la necesidad de los campamentos de refugiados en varios países. Y la más fácil, participar en la misa Anual del Migrante de la Diócesis de San Bernardino, en donde alzaremos nuestras oraciones por todos los migrantes del mundo entero, incluyendo a los que se encuentran ya en este país. Espero pueda darse la oportunidad de participar. 

 La misa se llevará a cabo el domingo 10 de enero a la 1:00 de la tarde en Nuestra Señora de la Soledad localizada en el 52-525 Oasis Palm Ave. en la ciudad de Coachella, CA 92236. 

- Hilda Cruz es la Coordinadora de la Campaña de Justicia Para el Inmigrante de la Diócesis de San Bernardino.

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