El Milagro del Amor
La piedra que los constructores rechazaron se ha convertido en la piedra angular... leemos esta declaración varias veces en las lecturas al comienzo de la Pascua. Pedro mismo lleno del Espíritu Santo proclama esto a los ancianos y a los escribas como una respuesta de su pregunta de ¿”Con qué poder o en nombre de quién han hecho esto? Entonces, Pedro proclama con firmeza y convicción: “Ningún otro puede salvarnos, porque no hay bajo el cielo otro nombre dado a los hombres por el que nosotros debamos ser salvos”.