Diocesana

SAN BERNARDINO—Este año la Diócesis de San Bernardino hará cambios considerables a la manera en que se celebran los Ritos de Elección. El Llamado a la Conversión Continua - el rito para bautizados Cristianos no Católicos , y el Rito de Elección para niños, serán celebrados en las parroquias locales en vez de al nivel diocesano. Las razones para estos cambios son prácticas y pastorales.

 El Llamado a la Conversión Continua es el rito donde los bautizados no-católicos (Candidatos) hacen una profesión de fe, y son recibidos en comunión completa a la Iglesia Católica, seguido después con la recepción de la Eucaristía y la Confirmación. Es completamente apropiado para los Candidatos participar en la mayoría de la misma formación que los Catecúmenos no bautizados, ya que esta es la práctica en la mayoría de las parroquias. Sin embargo, el RICA advierte “se debe cuidar de mantener la distinción entre catecúmenos y candidatos bautizados” (#549). Hay una muy buena razón para esta distinción. Para los Candidatos el Bautismo es el punto de comienzo de su formación, que consiste en desplegar la gracia y los efectos de su Bautismo; así que este rito debería ser visto como una celebración eclesial con su punto culminante en la comunión Eucarística. Es celebrada usualmente al principio de la Cuaresma y el párroco es el celebrante que preside (#448). Una de las consecuencias de la implementación de esta directiva es que los Candidatos no participan en el Rito de Envío, ni tampoco firman el Libro de los Elegidos. “Esto no quiere decir que la importancia del llamado a su conversión disminuye, más bien enfatiza la importancia y el privilegio del Bautismo que ya han recibido.”(Obispo Barnes, carta a la diócesis, 20 de octubre, 2015).

RANCHO CUCAMONGA—“¡Es glorioso! Es como casarse de nuevo.

 Pero esta vez Juan Cruz no se puso en un anillo de bodas. En su lugar, se puso una estola sagrada y se convirtió en un diácono.

 Cruz fue uno de los siete hombres ordenados al diaconado de la Diócesis de San Bernardino por el Obispo Auxiliar Rutilio del Riego, el 21 de noviembre en la Iglesia del Sagrado Corazón en Rancho Cucamonga.

 Una multitud de 1,400 abarrotó la iglesia para ver a Cruz, Ayed Khader, Alfonso Martínez, Marcos Martínez, José Moorman, Guadalupe Ramírez y Armando Servín convertirse oficialmente diáconos permanentes.

 Su ordenación viene después de cuatro años de entrenamiento formal y, en muchos casos, años de búsqueda del alma.

 “Pasé alrededor de tres a cuatro años pensando en esto. Sentí un tirón, como que algo estaba allí “, explicó Marcos Martínez.

  Durante la formación, ese tirón espiritual necesita un empujón de diácono a sacerdote.

  Igualmente importante para el proceso eran las esposas de los hombres; Deborah Cruz, Dina Khader, María Elena Martínez, Emily Martínez, Mónica Moorman, María Ramírez y Yolanda Servin.