Maria G. CovarrubiasEstimados/as catequistas, ustedes han dicho “sí” para ejercer el ministerio de transmitir la fe a otras generaciones. Estamos al comienzo de este nuevo año catequético dispuestos a difundir la historia de la Buena Nueva de Jesucristo. El escenario son nuestras parroquias, y nuestra audiencia son aquellos que nos han sido confiado para iluminar el entendimiento de quién es Dios. A estas alturas la mayoría de nosotros sabemos a quiénes vamos a catequizar, el área sobre la que estaremos catequizando e incluso el lugar donde tendrá lugar nuestra catequesis. Muchos de nosotros estamos volviendo, esto es familiar porque lo hemos hecho antes, pero, muchos catequistas son nuevos y están comenzando su ministerio catequético con cierta ansiedad e incertidumbre. Mi oración por todos ustedes es que sobre todo, están llenos de entusiasmo y pasión por este ministerio al que Dios los ha llamado.  

La catequesis es un ministerio muy antiguo e importante para la Iglesia. Al catequizar, seguimos la misión de los primeros apóstoles de hacer discípulos. Ustedes, catequistas, están emprendiendo un nuevo paso en su camino de fe donde ustedes mismos crecerán en el entendimiento de la fe y serán transformados. A medida que reflexionen sobre las verdades que van a enseñar, algunas de estas verdades también serán un descubrimiento para ustedes, sean pacientes, Dios tiene algo hermoso y que les dará vida para que ustedes desempaquen este año.  

Ser catequista es una vocación; una vocación que brota de nuestro bautismo y de la misión evangelizadora de la Iglesia. Pero, como cualquier otra vocación, necesitamos hacer ciertas cosas para mantenerla viva y eficaz. La fe es como semilla que necesita crecer. Desafortunadamente muchos católicos todavía profesan una fe que permaneció en la etapa de la infancia o de la niñez. Para que nuestra fe madure es imprescindible que busquemos ser instruidos y permitir que nuestra fe impregne toda nuestra vida, tiempo y espacio. Lo que significa que no hay nada aparte de la fe que profesamos; nuestras creencias católicas se entretejen en todos los aspectos de nuestras vidas. Por todas estas razones, quisiera darle algunos consejos sobre algunas cosas que considero importantes para avanzar en este viaje de nuestro crecimiento espiritual:  

Haga tiempo para la oración. Aprenda sobre las diferentes formas de oración que ofrece nuestra rica tradición y elija practicar varias de ellas para que pueda enseñar a sus aprendices a experimentarlas. (Prefiero no llamarlos estudiantes porque lo que hacen los catequistas es diferente de enseñar un tema, los catequistas tratan deliberadamente de tocar el corazón y apuntan a que la conversión suceda). Haga de la asistencia a la Misa una prioridad. La liturgia (Misa) es la oración pública oficial de la Iglesia. Es la oración de toda la comunión de los santos. En ella, Jesús, nuestro Sumo Sacerdote Supremo, continúa la obra de nuestra redención a través de la celebración de la Iglesia del Misterio Pascual. “Dese completamente a Dios. Él lo/la usará para lograr grandes cosas a condición de que crean mucho más en su amor que en su propia debilidad”. Santa Teresa de Calcuta  Busque aprender. A medida que crezca en su comprensión de la vocación de un catequista verá la necesidad de aprender más acerca de su fe. Hay muchas oportunidades ofrecidas por la Oficina para el Ministerio de la Catequesis, el Instituto de Formación de Ministerios y otras oficinas diocesanas; cursos que iluminarán su vocación y conocimiento de la fe, y le darán crédito para obtener un certificación del estado de California como Catequista o Catequista Maestro. Para más información vaya a www.catecheticalsb.org  

Esté dispuesto a compartir su experiencia de fe con los demás. El compartir la fe es uno de nuestros valores diocesanos. Al compartir sobre nuestra experiencia de fe, abrimos un espacio sagrado que nos lleva al discernimiento. Descubrimos con asombro cómo Dios está actuando en nuestras vidas y nos ayuda a estar conectados con el plan que Él tiene para nosotros. También damos a otros la oportunidad de descubrir cómo Dios está actuando en sus vidas. “Habla tiernamente con ellos. Que haya amabilidad en tu rostro, en tus ojos, en tu sonrisa, en la calidez de tu saludo. Siempre ten una sonrisa alegre. No sólo da tu cuidado, sino que da el corazón también”. Santa Teresa de Calcuta  Sea creativo/a. El Papa Francisco señala en su mensaje a los catequistas que el papel del catequista es creativo porque busca diferentes formas y medios para anunciar las buenas nuevas de Cristo. El Papa añade que “esta búsqueda de hacer a Jesús conocido como belleza suprema nos lleva a encontrar nuevos signos y formas para la transmisión de la fe”. Los medios pueden ser diferentes, subraya el Santo Padre, “pero lo importante es mantener en mente el estilo de Jesús, que se adaptó a la gente alrededor de él para traerles el amor de Dios. Papa Franciso, mensaje a catequistas, julio 12, 2017.  

Busque la santidad para usted y para los demás. Desarrolle una vida de fe que manifieste su amor por la Santísima Trinidad y por la Iglesia. Este amor debe ser expresado por la piedad, un espíritu apostólico y un celo misionero. Acuda regularmente a los sacramentos, especialmente a los sacramentos de la Reconciliación y de la Eucaristía. Aprenda de Jesús leyendo y reflexionando sobre la Biblia, especialmente el Nuevo Testamento. Guarde los mandamientos y practique las obras corporales y espirituales de misericordia. El Papa Francisco dice que el catequista camina con Cristo, por lo tanto, no es una persona que parte de sus propias ideas y gustos. Él o ella busca al Señor y esa búsqueda hace que su corazón arda. “La fe en acción es amor. Y el amor en acción es servicio. “Toma lo que Dios te da y da lo que Él toma con una sonrisa. Eso es santidad”. Santa Teresa de Calcuta  ACTIVIDAD: Reflexione sobre una parte (s) de este artículo que llamó su atención. Escriba algunas notas; ¿hay una área (s) en la que usted ve la necesidad de crecimiento? Haga una lista y ore al Espíritu Santo para que le dé la determinación y un plan sobre cómo hacer esto posible. Escriba el plan a seguir y dele gracias a Dios por esta revelación.

María G. Covarrubias es la Directora de la Oficina para el Ministerio de la Catequesis de la Diócesis de San Bernardino.