Por Laura López
En Cuaresma experimentamos de manera muy especial el sacrificio máximo que Cristo hizo por nosotros. Lo hizo no porque tenía que hacerlo, sino por el gran Amor que nos tiene. La espiritualidad de dar no nace de un sentido de obligación, culpabilidad o abundancia financiera, sino de un corazón agradecido que reconoce el Amor y Bondad de Dios que ha ofrecido a su Único en sacrificio por nuestra salvación. Thomas Merton dijo, “La persona agradecida sabe por experiencia que Dios es infinitamente Bueno, y eso es lo que hace toda la diferencia”. Por lo tanto, si conocemos y practicamos el valor espiritual de dar, podemos hacer una diferencia en nuestra vida y en la de los demás.
El Papa Francisco, en referencia a la multiplicación de los panes en el Evangelio de San Juan 6,1-15, dice “respecto a los panes y los peces quisiera agregar un matiz: no se multiplicaron, no, no es verdad. Simplemente los panes no se acabaron, como no se acabó la harina y el aceite de la viuda. No se acabaron. Cuando uno dice multiplicar puede confundirse y creer que hace magia, no, no, no; simplemente es tal la Grandeza de Dios y del amor que puso en nuestros corazones, que si queremos, lo que tenemos no se acaba” (Audiencia General, mayo 16, 2013). La espiritualidad de dar es contagiosa, cuando el niño compartió el pan, otros empezaron a dar lo que traían. Un discípulo corresponsable da el primer paso, y al hacerlo, es ejemplo para otros. ¿Nunca has pensado que si pones a Dios como prioridad, todo lo que tienes y compartes nunca se acabará, sino que se multiplicará?
A continuación comparto algunas ideas de como “contagiar” con la espiritualidad del dar, iniciando una “reacción en cadena” que puede darle forma a tu vida, familia, parroquia, sociedad y el mundo:
Conoce y practica los valores cristianos, enseña a alguien a servir, comparte lo que sabes, sé un mentor, crea oportunidades, ayuda a otros a ascender. Haz algo positivo por alguien que no lo espera de ti, por ejemplo, paga la comida de la mesa de al lado en el restaurante, especialmente de alguien que se ve en necesidad o aflicción. Sé un voluntario utilizando tu tiempo de manera constructiva, esto te permitirá desarrollar tus talentos, adquirir grandes recuerdos y mejorar tu autoestima.
-Sé un ejemplo al usar el internet, utilízalo sólo para fines positivos e intencionalmente inspira a otros. Cuando estas pendiente de todo lo que recibes, envías a cada momento algo a otros, eres un esclavo cibernético; ¿sabías que la mayor parte de las infidelidades se originan y nutren a través de las redes sociales?
-Cree en la bondad de las demás personas y conviértete en promotor de ella; anima a los jóvenes, respeta a los ancianos, entabla amistad con alguien de diferente cultura, mira más allá de las apariencias y comparte tu experiencia con los demás.
-Comprométete con tu parroquia y con el Fondo de Desarrollo Diocesano. Participa activamente en misa e invita a otros a hacer lo mismo. Decide dar tus donaciones de una forma planificada y motiva a tus amigos y familiares a que también lo hagan, tu promesa y aportaciones ayudan a sostener la misión de la Iglesia. Aprende a usar tu tiempo, dinero y dones de manera sabia y generosa, así llegarás a ser el cambio que tú quieres ver en el mundo.
Seguir a Jesús e imitar su estilo de vida nace de un sentido profundo de gratitud a Dios. “Buenas obras, corazones cristianos, verdadera justicia, caridad, eso es lo que Dios busca en un cristiano. Un cristianismo de misa dominical pero de semanas injustas no agrada al Señor. Un cristianismo de mucho rezo pero con hipocresía en el corazón no es cristianismo” (Beato Oscar Romero). Contagia a los demás con el Amor de Dios siendo un cristiano corresponsable y dando con intención.
Si gustas recibir más información o tienes preguntas acerca de cómo aplicar la corresponsabilidad en tu vida, ministerio o parroquia envíame un email a This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it., será un placer servirte.
¡Tus sueños son los sueños de Dios en ti, tu tarea es hacerlos realidad!
- Laura López es Directora Pastoral en la Iglesia de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro en Indio, California.