Por Elena Macias
La parábola del Buen Samaritano es una de las historias más poderosas en que Jesús nos enseña como heredar la vida eterna al amar a Dios con todo nuestro corazón, con toda nuestra alma, con toda nuestra fuerza y toda nuestra mente y de amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos (Lucas 10:25-27). La primera ceremonia de los Premios del Buen Samaritano tuvo lugar el 9 de febrero en el Centro Pastoral Diocesano y comenzó con la lectura de este Evangelio.
“¿Y quién es mi prójimo?” Jesús responde: “Pero un Samaritano, que iba de camino llegó junto a él y al verle tuvo compasión, y, acercándose, vendó sus heridas,” (Lucas 10: 29-34).
La Oficina Diocesana de Servicios y Alcance Comunitarios en colaboración con el Comité Diocesano de Solidaridad Global organizaron la ceremonia de los Premios del Buen Samaritano para reconocer el buen trabajo de aquellos que dan de comer a los que tienen hambre en nuestra diócesis. En la ceremonia, más de 45 individuos fueron reconocidos por su trabajo en los bancos de alimentos alrededor de la diócesis.
“Me siento edificado cada vez que veo personas como ustedes,” dijo el Obispo Alberto Rojas durante sus comentarios de bienvenida. “Cada vez que hablo con las personas que trabajan en los bancos de alimentos o las organizaciones caritativas en cualquier lugar, siento que es de esta manera que se demuestra la fe. Esta es la fe en acción.”
Charleen King, galardonada de la Parroquia de Santa Margarita María en Chino, ha cuidado de y ha dado de comer a los pobres en su comunidad por más de 30 años. Su camino hacia convertirse en una buena samaritana comenzó cuando ella, una católica, y su difunto esposo, David King, un protestante, fundaron la Roca de Isaías, una organización sin fines de lucro que organizaron en su casa con la misión de dar apoyo y asistencia a los pobres y los que no tienen hogar. Todo comenzó con sus respuestas al llamado de Dios de cuidar a sus prójimos y han logrado dar comidas calientes semanalmente y proveer artículos de necesidad diaria como artículos de higiene, cobijas, almohadas, además de facilitar que las personas tengan acceso a duchas y a servicios de lavandería.
“Hace 30 años, había muchas personas [en la comunidad] que eran inmigrantes, había muchos hombres trabajando en los campos de fresas y ahí comenzó, ayudarles, darles de comer, amar a tu prójimo como a ti mismo,” dijo King. “[Todavía] hay personas que vienen al porche [para recibir servicios], personas que a veces se duermen en la casa.”
Acompañando a King en la ceremonia estuvieron varios amigos y oficiales de la ciudad que también apoyan su trabajo caritativo en la comunidad de la Ciudad de Chino. Con King estaba la alcaldesa de Chino, Eunice M. Ulloa y Concejal del Distrito 1 de Chino Christopher Flores.
“Dios dio a su hijo único y yo he sido llamada a dar lo único que tengo,” dijo King. “Lo que las personas necesitan, se me llama a darles lo único que tengo.”
La ceremonia de los Premios del Buen Samaritano incluyó un almuerzo y un video de los bancos de alimentos diocesanos en acción. Después de la presentación del video, el Padre Tyler Tripp, JCL, Defensor del vínculo de la Oficina Diocesana de Servicios Canónicos, dio el discurso principal.
“En un mundo donde a muchos se les deja en la calle de la vida, su compromiso a servir a los marginalizados hace eco al llamado de Jesús de perseverar en el amor y restaurar la dignidad a los que sufren,” dijo el Padre Tripp. “Su trabajo en el banco de alimentos es un testimonio de su dedicación inquebrantable a construir una sociedad que es digna del nombre, una sociedad en que no se deja atrás a nadie.”
Durante la ceremonia de premios, todos los galardonados fueron invitados a presentarse frente al grupo y el Obispo Rojas les presentó un certificado especial de reconocimiento de parte suya y de la Diócesis de San Bernardino. Los galardonados fueron:
Svlvia Angel, Reina de los Ángeles. Riverside
Blanca Bello, Reina de los Ángeles. Riverside
James y Theresa Briscoe, San Pedro y San Pablo, Alta Loma
Maria Brown, Sagrado Corazón, Rancho Cucamonga
Abelina Cabrera, Reina de los Ángeles, Riverside
Leonard Diaz, Sagrado Corazón. Jurupa Valley
Jim Dennehy, Santa Teresa, Palm Springs
Anne Dutrey, Nuestra Señora de Lourdes, Montclair
Lot Espino, Santa Teresa. Palm Springs
John y Debra Huegel, Nuestra Señora del Desierto, Apple Valley
Henry y Ana Gonzalez, San Bernardino, San Bernardino
Bruce Humpert, Nuestra Señora de la Asunción, San Bernardino
John y Alice Jakositz, Santa María Magdalena, Corona
Charleen King, Santa Margarita María, Chino
Larry y Susan Kolbeck, Sagrada Familia, Apple Valley
Aide Landeros, San Juan XXIII, Fontana
Robert Lucero, Santa Catalina de Alejandría, Riverside
Dcn. Armando Luevano, Santa Kateri Tekakwitha, Banning
Alex Martinez, San José Obrero, Loma Linda
Mary Martinez, Sagrado Corazón, Jurupa Valley
Eillien y Melvin Mendez San Bernardino, San Bernardino
Maria y David Nunez San Pablo Apóstol, Chino Hills
Ruben Ortiz, Nuestra Señora de Lourdes, Montclair
Gabbv Otwell San Mel, Norco
Angelina y Arturo Padilla Nuestra Señora de Lourdes, Montclair
Gregg Pilcher, San José, Big Bear
Carol Ray, Santa Adelaida, Highland
Susanna Resindez, Cristo el Buen Pastor, Adelanto
Leobardo Rivera, Nuestra Señora de Lourdes, Montclair
Louis Rivera, Sagrada Familia, Hesperia
Eloy Sanchez, Inmaculada Concepción, Colton
Nancy Salgado, Nuestra Señora de la Asunción, San Bernardino
Steve y Mary Schubert, San Santiago el Menor, Perris
Sue Spagna, Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, Riverside
Al Trevisan, Santa Catalina de Alejandría, Temecula
Bob Valdillez, Santa Catalina de Alejandría Temecula
Miguel Enrique Villagran, San Jorge, Fontana
La Diócesis le agradece a todos los galardonados y a todos los voluntarios que trabajan para dar de comer a los que tienen hambre en nuestras comunidades y dan ejemplo del Buen Samaritano.
“Realmente es un honor para mi ser parte de este evento y ver a todos ustedes que dedican sus vidas para ayudar a lograr un cambio,” dijo el Obispo Rojas. “Los felicito a cada uno de ustedes y los reconozco en este día. Gracias por darnos este bello ejemplo, porque como he dicho, realmente me edifica. Creo que su ejemplo también ayuda a edificar a otras personas y las anima a vivir su fe.”
Elena Macias es la editora gerente de Inland Catholic BYTE y El Compás Católico.