Queridos Amigos,
¡Paz y bienestar para todos ustedes!
Una vez más como cada año hoy comenzamos nuestra celebración de Navidad. Ese momento en el que Dios por puro amor a nosotros tomó forma humana para estar más cerca. Nació en un lugar muy humilde rodeado de animales y pastores. Pero con la gran misión de llevarnos a la salvación en su amor. Él es el Emmanuel, el Dios con nosotros y en nosotros. Otra vez en nuestras familias y comunidades vamos a regalar y recibir regalos. Pero no olvidemos que el regalo más grande de todos es Cristo mismo, el regalo de su amor y compasión. Sin necesidad de envolverlo ni ponerle un moño, su amor debe brillar siempre entre nosotros si le permitimos, eso es la Navidad.
Mientras disfrutamos las tradiciones, intercambiando regalos, las comidas y amigos. Recordemos que es importante reservar tiempo para orar y reflexionar en el verdadero significado de esta hermosa temporada. Si lo hacemos, nuestros corazones se llenarán de gratitud y alegría. Dejemos pues que el amor tierno del recién nacido nos inunde para que podamos pensar y vivir unidos y con humildad. La historia del nacimiento de nuestro Señor Jesucristo también nos conmueve y nos anima a que recordemos a los más pobres y necesitados, a los indigentes y a los que no tienen voz. Así como Jesus nació en un lugar pobre y hoy sabemos que podemos encontrarlo en esos mismos lugares. En la cara de los desamparados y enfermos, los marginados y los inmigrantes. En ese espíritu regalemos el regalo de nuestro cuidado y compasión nuestras palabras y acciones de caridad para esos hermanos y hermanas nuestros más necesitados.
Espero que esta temporada de Navidad esté llena de alegría y paz, de cariño y descanso para todos ustedes, sus familias y sus amigos. Que Dios les bendiga con buena salud y los mantenga lejos de las enfermedades y los peligros. Sigamos orando unos por otros para que en este tiempo hermoso crezcamos en el amor de Dios, nos acerquemos más a Jesucristo compartiendo la Eucaristía en nuestras comunidades parroquiales llevando el amor y la luz de Cristo a todos especialmente a los que viven en oscuridad y sin esperanza.
Juntos en oración seguiremos caminando con fe y gozo para aceptar lo que Dios tenga preparado para nosotros en el 2023.
¡Muy Feliz Navidad y muchas bendiciones para todos!
Obispo Alberto Rojas