El Diácono Michael Jelley, que ha sido una figura importante en el ministerio Diocesano por dos décadas, se retiró al final de agosto. El Diácono Jelley fue ordenado al Diaconado Permanente en 1999. En el 2002, el Obispo Barnes lo nombró para  dirigir un nuevo ministerio como respuesta a la crisis de abuso sexual por parte del clero, donde fue instrumental en desarrollar pólizas y programas para proteger a los niños del abuso.

En el 2006, recibió un Juris Doctor de la Escuela de Leyes del Sur de California mientras  trabajaba tiempo completo para la Diócesis . Un año después, el Diácono Jelley fue nombrado Director del Departamento de Servicios Eclesiales, Vice-Canciller y Vicario para los Diáconos. Además de estos cargos, el Diácono Jelley también ha sido un miembro de varios comités y mesas directivas, incluyendo el Personal Administrativo del Obispo y de la Curia Diocesana.

En reconocimiento de su trabajo para la Iglesia, el Diácono Jelley ha recibido varios honores, más notablemente la medalla dorada Pro Ecclesia et Pontifice dada por el Papa Benedicto XVI por su servicio a la Iglesia Universal y el Papa.  Una recepción asistida por el Obispo Alberto Rojas, el Obispo Emérito Gerald Barnes y el Obispo Auxiliar Emérito Rutilio del Riego se celebró en honor al Diácono Jelley en el Centro Pastoral Diocesano el 25 de agosto. Le damos gracias a Dios por los años de servicio que el Diácono Jelley ha dedicado a la Iglesia y le deseamos lo mejor en su retiro.