Por María G. Covarrubias
Aunque el cambio ha sido parte de nuestras vidas, y más específicamente durante la pandemia mundial, estos tiempos de incertidumbre han puesto de relieve áreas de nuestras vidas que necesitaban atención. Esto también es cierto para nuestras comunidades de fe y la sociedad. ¡Nos preguntamos qué es lo más importante!
Cuestionarnos abre la puerta a la búsqueda de nuevas respuestas. En el Ministerio de Servicios Educativos (MES), consideramos que este es un momento histórico, una oportunidad única para hacer una pausa, cuestionar y reflexionar sobre los desafíos y oportunidades que tenemos como Iglesia Católica local. Vemos claramente la necesidad de un enfoque y esfuerzos intencionales en la evangelización. Una evangelización centrada en Cristo, que es el mismo ayer y hoy, que es “nueva en su ardor, en sus métodos y en su expresión” según la Carta Apostólica Tertio Millenio de San Juan Pablo II sobre la Nueva Evangelización.
Hace unos años, a pedido del actual Obispo Emérito Gerald R. Barnes, las Oficinas de Ministerio para la Catequesis y el Ministerio con Jóvenes Católicos se embarcaron en un proceso para discernir nuevas formas sobre cómo involucrar a los jóvenes después de la Confirmación. En este proceso que incluyó estudiar, cuestionar, compartir, reflexionar y consultar, estas dos oficinas notaron que había demasiado aislamiento entre ministerios a nivel diocesano y parroquial que impedían una respuesta integral y efectiva a esta preocupación. Era más que solo mirar a un área, se necesitaría incluir una evaluación y respuesta integrales en las áreas comunes del ministerio diocesano y parroquial, y sentar una base profunda basada en la evangelización y la catequesis continua de toda la comunidad que apoye todas las etapas de la vida.
Nuestros valores diocesanos de hospitalidad, fe compartida, la colaboración y la reconciliación se identificaron como elementos principales en el desarrollo de una profunda respuesta ministerial a la evangelización como un camino para el discipulado misionero. El modelo del catecumenado, un modelo para toda la catequesis, sigue siendo la base de esta renovación, encontrando a las personas en su camino de fe; acompañados por otros Católicos y la comunidad de fe; todos los miembros de nuestras comunidades parroquiales invitados a participar en un aprendizaje y compromiso de por vida con la evangelización, con el objetivo de llevar a las personas a una relación íntima con Cristo para establecer el Reino de Dios en nuestros hogares, vecindarios y sociedad.
Como introducción a este proyecto, en 2019 durante las Reuniones Combinadas de Vicariato, los directores del departamento de MES hicieron una presentación a sacerdotes y ministros parroquiales sobre este proceso. En el último año, ellos mismos han trabajado de manera vigilante e intencional en el desarrollo de una visión común donde el acompañamiento y la colaboración han florecido. Hemos sido muy intencionales en llegar a un entendimiento y lenguaje común sobre la evangelización; también hemos explorado las preguntas de quién es un discípulo. ¿Qué significa ser discípulo de Cristo? ¿Cómo se forma a un discípulo misionero?
Para ayudarnos a avanzar más en esta visión, este año, estamos colaborando con la Oficina de la Nueva Evangelización y Vida Parroquial de la Arquidiócesis de Los Ángeles. A través de esta oficina la arquidiócesis ha lanzado una Iniciativa de Evangelización desarrollada en torno a hacer discípulos intencionales y realizar grandes esfuerzos en el proceso de evangelización. Reconocemos en estos esfuerzos colaborativos la acción del Espíritu Santo, guiándonos en esta renovación. Como resultado de esta asociación, se nos ha invitado a participar en dos niveles diferentes en su formación central llamada “Lanzar las redes a lo profundo” para ayudarnos a discernir aspectos de este proceso que nos ayudarían a avanzar en nuestros propios esfuerzos de evangelización y formación.
Apreciamos y estamos muy agradecidos con quienes han invertido tanto en este proceso. Nuestro tiempo presente está lleno de esperanza y de nuevas posibilidades para abordar la evangelización con novedad y asombro; utilizando creativamente nuevas expresiones para iluminar el camino hacia un discipulado misionero duradero.
María G. Covarrubias es la Directora del Departamento del Ministerio de Servicios Educativos.