Por Petra Alexander


Septiembre es el mes de los catequistas. Atravesando la experiencia de COVID miramos con nuevo reconocimiento este ministerio tan antiguo y esencial en la vida de la Iglesia.  Justamente durante este tiempo difícil del año 2020, se publicó el Nuevo Directorio de la Catequesis. ¿Es importante esta edición?  Digamos que este Nuevo Directorio es la llave para la formación del pueblo cristiano. Con éste se suman tres las ocasiones que la Iglesia actualiza la iniciación en la fe, la primera fue en 1977 al impulso del Vaticano II, bajo Pablo VI; la segunda fue bajo Juan Pablo II y recibió más inspiración de Catechesi Tradendae y esta tercera ha sido bajo el Papa Francisco, recogiendo la consulta del Sínodo sobre la Evangelización y la transmisión de la fe y está inspirado en Evangelii Gaudium.

¿Por qué se actualiza un Directorio si nuestra fe es la misma? Porque las preguntas que se hace la pastoral son diferentes.  La Iglesia se ha preguntado en varias consultas si la manera de catequizar es eficaz, se ha hecho preguntas sobre la diversidad de culturas hacia las que va dirigida la evangelización; se ha preguntado por el desafío de las nuevas tecnologías  y por las mentalidades de nuestras nuevas generaciones.

Desde sus comienzos, la Iglesia recibió una misión, en cada época, al impulso del Espíritu, renueva su estrategia para cumplir con su propósito. El Nuevo Directorio inserta el concepto “Discípulos Misioneros” para todos los bautizados. Iniciar en la fe significa asegurarnos de depositar en mentes y corazones la semilla del Evangelio viva y palpitante, que genere relación, amistad, encuentro con Cristo, y que esa semilla fructifique al ser comunicada, compartida,  entregada generosamente a los demás, por esta razón se es catequista “en clave misionera”.  La Catequesis siempre mantiene la meta de iniciar a nuevos miembros de la Iglesia en el conocimiento, en la celebración del misterio de nuestra salvación. Pero también nos inicia en la adhesión a la comunidad de fe, a la pertenencia, al servicio dentro y fuera de esta comunidad. La Catequesis es urgente porque planta y cuida las semillas de la vida moral.  Y la respuesta en discernimiento que debe darse hacia todas las culturas y a la vez a la inculturación de la fe.

De especial importancia en este Nuevo Directorio, el capítulo tercero sobre el Catequista, cuya identidad, se funda en el llamado particular que procede de la Palabra de Dios. Un creyente dinamizado por el mensaje de la Palabra responde a ese llamado desde la fe: capacitándose para ser un buen catequista, sirviendo generosamente y comprometiéndose a dar testimonio con su enseñanza y con su vida. Animamos a todos los catequistas a tomar en serio este valioso recurso que nos ofrece la Iglesia. La USCCB ya publicó la versión para los Estados Unidos y quienes todavía no puedan conseguir el texto pueden consultarlo gratuitamente en la página web del Vaticano.  Los recursos están a la mano, pidamos el Espíritu que inspira los dones y carismas para la animación del Cuerpo de Cristo, a que nos regale numerosas vocaciones para la catequesis, a fin de preservar nuestra fe hasta la consumación de los siglos.

Petra Alexander es la Directora de la Oficina de Asuntos Hispanos de la Diócesis de San Bernardino.