Con el aumento de personas llegando a la frontera del Sur de los Estados Unidos buscando asilo político, la Diócesis ha reiniciado su “Operación Bienvenida.”

El Viernes Santo, el Obispo Alberto Rojas emitió un comunicado llamando a todos los fieles de la Diócesis a orar por los que buscan asilo, de proveer apoyo material en la manera en que puedan y de abogar por la reforma migratoria.

“Nuestra Diócesis siempre ha tratado esta situación como una crisis humanitaria y una oportunidad de vivir nuestra fe a través del servicio y el acompañamiento espiritual a aquellos que tienen necesidad,” escribió el Obispo.  “Esta vez no es diferente.”

El ministerio fue establecido durante una oleada parecida en el 2018.  La Diócesis jugó un papel central en organizar y coordinar el ministerio de transición para los que buscaban asilo que llegaron sin autorización legal de estar en los Estados Unidos, pendiente su audiencia en la corte.  Hermanos y Hermanas fueron acogidos con las necesidades básicas, apoyo espiritual y asistencia en viajar a familiares y amigos en otros lugares en los Estados Unidos.  El Programa Misionero del Valle en la parroquia de Nuestra Señora de la Soledad en Coachella sirvió como sitio central para este ministerio, recibiendo a miles de personas que buscaban asilo a través de un periodo de 18 meses.  La Catedral de Nuestra Señora del Rosario en San Bernardino sirvió en una capacidad similar por un breve periodo en 2019.

En la oleada actual, la Diócesis ha tomado un papel más limitado.  La pandemia del COVID-19 y sus requisitos de distanciamiento social han hecho que las instalaciones del Programa Misionero del Valle no se estén usando.  La localidad que se está utilizando es el Centro Galilea, una organización no-lucrativa en Mecca fundada por dos mujeres, Gloria Gómez y Claudia Castorena, inspiradas a trabajo comunitario por su fe Católica.  Aún con la práctica del distanciamiento social y las precauciones sanitarias, el Centro Galilea ayudó a más de mil personas que buscaban asilo en marzo y sobrepasó este número en abril.

“Ellos vienen, madres con hijos, padres con hijos, mujeres embarazadas.  Cada persona tiene su documentación,” dice Gómez.  “No sabemos de lo que están huyendo, pero es una bendición tenerlos a cada uno de ellos.

“Cuando recibes al extranjero en tu casa, recibes a Dios en tu casa.  Así lo vemos nosotros.”

Actualmente, Gómez dice que la necesidad más grande en términos de bienes materiales es ropa para niños de edades de seis a diez años.  La Diócesis pide que las donaciones se hagan de las siguientes maneras,

Ordene sus artículos a través de una tienda en línea y haga que se envíen directamente al Centro Galilea: The Galilee Center, 6601 Hammond Rd., Mecca, CA 92254

Envíe sus artículos directamente al Centro Galilea.  Por favor llame al Centro Galilea directamente para organizar un tiempo de entrega.  Puede comunicarse con ellos al 760.396.9100

Entregue sus donaciones al Centro Pastoral Diocesano en 1201 E. Highland Ave., San Bernardino, CA, 92404.  Solo podemos aceptar donaciones durante las horas de negocios: lunes a jueves de 8:30am a 4:30p.m.

La Diócesis y parroquias católicas locales han apoyado el esfuerzo actual a través de colectar y donar artículos necesarios y a través de las visitas de clérigos que han orado con los que buscan asilo.

“Esa presencia pastoral significa tanto'', dice la Hermana Hortensia del Villar, Directora de la Oficina Diocesana de Servicios y Alcance Comunitario, sobre sus interacciones con los que buscan asilo en el Centro Galilea.  “Las personas han pasado, por tanto.  He visto las lágrimas en los ojos de las madres.”

A través de Abraham Joven, Director Diocesano de la Oficina de Abogacía, la Diócesis también se mantiene en comunicación con la Patrulla Fronteriza de California, representantes del estado y del condado además de las diócesis vecinas de San Diego, Orange y la Arquidiócesis de Los Ángeles mientras toman lugar cambios en el número de personas que buscan asilo y sus puntos de entrada en los estados unidos.

“La respuesta en este momento parece estar más coordinada entre organizaciones gubernamentales a nivel federal, estatal y local, y organizaciones comunitarias-incluyendo entidades católicas-esta vez,” dice Joven.  “Esta muestra de solidaridad se necesita mucho y habla del tipo de coordinación entre las varias instituciones sociales al que se alude en Fratelli Tutti del Papa Francisco.”