Con el cierre de las escuelas a través del estado y de la nación para prevenir la difusión del COVID-19, el aprendizaje virtual ya no es sólo una idea sino la única opción.
Comenzando a mediados de marzo, las escuelas católicas en la Diócesis empezaron a cerrar sus escuelas cuando los distritos escolares públicos correspondientes hicieron lo mismo. El 2 de abril el Superintendente de las Escuelas Católicas Sam Torres anunció, en línea con la directriz del Estado de California, que las escuelas Católicas en la Diócesis permanecerán cerradas durante el resto del año académico.
Esta nueva realidad ha requerido una transición rápida y completa al aprendizaje a distancia, y las escuelas Católicas de la Diócesis están abrazando este reto.
“Nuestros administradores y maestros en las escuelas Católicas han redefinido con éxito cómo impartir la enseñanza en un periodo de tiempo muy corto,” dijo Torres.
Muchos han sido beneficiados por el hecho de que habían construido una base sólida en los años recientes incorporando elementos digitales en su currículo.
“Estamos tratando de mantener todo como estaba antes,” dice Tish Godsey, que enseñanza el periodo de planeación (homeroom) al sexto grado y Religión a los estudiantes de Secundaria en la escuela Nuestra Señora de la Asunción en San Bernardino. “Podemos enseñar como que estamos en el salón de clases.”
En Nuestra Señora de la Asunción esto significa manteniendo períodos fijos para las clases a través de videoconferencias y entregando todas las tareas- todo desde el confort de sus casas, para los estudiantes y, en algunos casos, también los maestros. La escuela ya ha equipado a los estudiantes con su propio iPad para usar en la escuela y en casa y ha implementado el Sistema de Administración de Enseñanza Schoology (LMS por sus siglas en inglés). LMS es una plataforma de tecnología que se utiliza para asignar, monitorear, documentar y transmitir contenido educativo como tareas, pláticas, exámenes y trabajos escritos.
Para mantener el ambiente interactivo del salón de clases varias escuelas han utilizado la tecnología de la videoconferencia como Zoom, la cual es describida por la Coordinadora de la Tecnología Escolar de Santa Teresa Maureen Kennedy “como FaceTime en esteróides.”
Andrew Ramirez, Director de la Escuela de San Jorge en Ontario, dijo que al principio su escuela no incluyó ese elemento interactivo y se apoyó en tareas preenvasadas y paquetes digitales.
“Era muy impersonal,” dijo Ramirez. “Nos dimos cuenta de esto y hicimos un cambio considerable.”
Las clases de los grados superiores ahora se reúnen diariamente para aprender y discutir las enseñanzas a través de Zoom.
“Los estudiantes están emocionados poder verse unos a otros, y poder ver a su maestra,” dijo Ramírez. “Vemos que los estudiantes toman apuntes activamente durante sus sesiones.”
En la Escuela de Santa Teresa cada maestro envía un mensaje a sus estudiantes delineado las expectativas de enseñanza o para ese día. Cada clase recibe dos períodos de instrucción cara- a cara cada semana utilizando Zoom, y grupos pequeños de lectura y matemáticas dialogan a través de la semana utilizando Google Meet.
Las escuelas católicas utilizan la tecnología para intentar mantener un sentido de normalidad y continuidad, pero todos reconocen que los estudiantes tienen diferentes situaciones en sus casas- algunos tienen hermanos más jóvenes que cuidan, padres que trabajan y no pueden ayudarles, y una falta de acceso a la tecnología. Esto requiere flexibilidad y a veces una adaptación de las expectativas de aprendizaje. En el Valle de Coachella, una zona activa en el brote inicial del COVID-19 en el Condado de Riverside, muchos padres de la Escuela de Santa Teresa trabajan en el campo médico, dijo Kennedy.
“Algunas de nuestras familias están experimentando dificultades,” dijo ella. “ No tenemos control sobre el ambiente de aprendizaje de los estudiantes en este momento.”
También añadió Ramírez de la Escuela de San Jorge, “ Se trata de intentar encontrar un balance. La escuela tiene que comprender que todos tienen una situación diferente. La mayoría de los padres de la escuela están trabajando desde sus casas y tienen responsabilidades que tienen que cumplir.”
Maria Martinez, una propietaria de un pequeño negocio con tres hijos en la Escuela de Nuestra Senora de la Asunción en Riverside, confiesa que ha sido un gran cambio.
“A veces balancear mi trabajo, la casa y ahora el aprendizaje a distancia es muy retante,” dice ella. “Pero como padres tenemos que tener la paciencia, una mente abierta y recordar que su educación también es una prioridad.”
Martínez dijo que la respuesta de los maestros de Nuestra Senora de la Asuncion ha sido profunda y constante.”
“Los maestros han estado comunicándose diariamente, tanto a través de correo electrónico y subiendo todo el trabajo de los estudiantes en línea a traves de Google Classroom...están teniendo sesiones virtuales dos veces al día con los niños. Explican claramente todas las tareas y les explican a los niños las expectativas sobre las tareas que se necesitan entregar. También desarrollaran videos en YouTube para asegurarse que los niños tengan instrucción educativa disponible en sus nuevas lecciones.”
Las preparatorias Católicas de la Diócesis se han encontrado más preparadas para hacer la transición al Aprendizaje a Distancia por que los estudiantes han estado recibiendo instrucción y completando y entregando su trabajo a través de medios digitales por varios años.
Tanto los estudiantes de las preparatorias Aquinas y Notre Dame han estado utilizando iPads con la proporción de un dispositivo por estudiante por varios años, dejando atrás tareas y exámenes en papel, y libros de texto.
“La mayoría de nuestro trabajo lo hacíamos a través de la tecnología de todas maneras por lo tanto, no hubo mucho cambio,” dice Abby Barrows estudiante de primer año en Aquinas, quien pasa la mayor parte de su día trabajando en tareas dadas por sus maestras mientras al mismo tiempo recibe instrucción interactivo a través de sesiones de Zoom.
Sin embargo, para Barrows y la mayoría de los estudiantes de las escuelas Católicas, algo obvio falta.
“Extraño a todos mis amigos, y la interacción social con todos los demás en la escuela.”
Con las escuelas vacías, el sentido de comunidad y hermandad que prevalece en las escuelas Católicas ha sido difícil de reproducir. En la Academia del Sagrado Corazón en Redlands, la Directora Angela Williams ha intentado recrear la asamblea de la mañana con un servicio de oración virtual ofrecido por YouTube. Recientemente, Santa Teresa celebró una “Semana de Celebración del Espíritu Escolar Virtual” invitando a los estudiantes a compartir fotos en Instagram que representaban el lema de cada día.
Muchas maestros de las escuelas Católicas dicen que programa un tiempo durante las discusiones por videoconferencia con los estudiantes para invitarlos a compartir unas palabras que les gustaría ofrecer sobre como la pandemia les esta impactando a ellos y sus familias. También hay tiempos programados para oración en la clase y compartimiento de fe. Patrick McCaw, maestro del tercer grado en Nuestra Señora de la Asunción, Riverside, les pidió a sus estudiantes que utilizaran sus Chromebooks a conducir video entrevistas con sus padres sobre historias interesantes sobre la historia de su familia. El dice que el piensa que el “espíritu comunal” de las Escuelas católicas ha sobrevivido esta transición digital.
Estudiante de tercer año de la preparatoria Aquinas Gabriela Zendejas dice que su fe Catolica la ha guiado atravesar estos grandes cambios en aprendizaje que han surgido por la pandemia.
“Me ayuda a seguir teniendo esperanza,” dice ella. “Definitivamente puedo decir que me he acercado a Dios durante este tiempo porque he tenido mucho tiempo para pensar y orar.”
Martínez está de acuerdo, y dice que la orden de quedarse en casa le ha proveído a su familia una bendición.
“Ahora encuentro que paso más tiempo con mis hijos que están creciendo tan rápido, escucho sus historias, les ayudo y los estoy volviendo a conocer.”