Nuevos Seminaristas Martell, Sánchez y García comienzan su camino hacia el sacerdocio
 
Por Malie Hudson
 
 El 14 de septiembre, tres hombres hicieron su compromiso oficial como seminaristas diocesanos en una Misa en la Iglesia de Cristo el Redentor en Grand Terrace.
 Los nuevos seminaristas que van a iniciar sus estudios en la casa de formación San Junípero Serra (Serra House en inglés) son Nicholas Martell, Andy Sánchez y Oliver García Tirado.
 El Obispo Auxiliar Emérito Rutilio del Riego fue el celebrante de la Misa de Compromiso, una celebración íntima que también incluía seis seminaristas que regresaban para continuar sus estudios, sacerdotes, religiosos y diáconos, el personal de Serra House, amigos y familiares.
 Durante su homilía, el Obispo del Riego enfatizó la importancia de la preparación para el sacerdocio y el apoyo de la comunidad a quien van a servir.
 “Cuenten con mis oraciones y cuenten con Cristo,” dijo el obispo.  “Cristo cuenta con ustedes, y ustedes cuentan con Su gracia.”
 Después de la misa, el Padre Jorge García, Rector de Serra House, invitó a la congregación a un tiempo de compartimiento y un recorrido de Serra House, que se encuentra a un lado de Cristo el Redentor.
 Los nuevos seminaristas vienen de diversos orígenes pero todos fueron criados en familias católicas activas en la fe y dicen que sintieron el llamado al sacerdocio desde que eran niños pequeños. Como parte de su formación, los hombres pasarán dos de sus cuatro años estudiando filosofía y teología en el seminario del colegio Holy Apostles mientras viven en comunidad con otros seminaristas y sacerdotes en Serra House.
 
Nicholas Martell
Parroquia de Santa Juana de Arco, Victorville
 Martell, de 32 años, era un abogado de defensa criminal y administraba su propia firma de abogados en Victorville por 6 años antes de entrar en Serra House.
 “Empecé a pensar sobre el llamado al sacerdocio en mis años de adolescente,” dice Martell. “Me alejé de la fe por mucho tiempo cuando estaba en la universidad y luego sentí un llamado de Nuestro Señor en mi último año de la escuela de leyes.”
 Martell es el cuarto de ocho hijos.  Sus padres han estado casados por 40 años y participan activamente en la Parroquia Santa Juana de Arco.  El se graduó de la Escuela Preparatoria Sultana en Hesperia en 2005 y se mudó a la Universidad de California, Santa Bárbara donde se graduó con una licenciatura en Historia.  Obtuvo el título Juris Doctor de la Universidad Western State, Colegio de Leyes en 2012 y pasó el examen de abogacía del Estado de California después de graduarse.
 Regresó al Alto-Desierto para abrir su firma de abogados.  Pero las 60 horas por semana que pasaba en la firma le dejaba muy poco tiempo fuera de la oficina, con la excepción de servir en ministerios de la parroquia.  Estaba muy activo en los Caballeros de Colón, servía como lector, ministro de Eucaristía y también daba clases de confirmación a los jóvenes por cuatro años. Pasaba mucho tiempo con el ministerio de jóvenes y le gustaba verlos crecer y regresar a la parroquia a servir como jóvenes adultos.
 “A través de esto llegué a entender que todo lo que importa en esta vida es servir a Dios, la salvación de las almas, y ayudar a las personas en su camino a acercarse a Dios,” dijo Martell.  “Siento que la mejor manera que puedo hacer esto, y la manera en que Dios me está llamando a hacer esto, es a través de ser un sacerdote Católico.”
 Cuando Martell no está ocupado con las lecturas para el seminario, en su tiempo libre le gusta leer las obras del Papa Benedicto XVI.
 
Andy Sánchez
Parroquia de San Secondo d’Asti, Guasti, Ontario
 Sánchez, 27 años y el tercer de siete hermanos, viene de una familia que no rehúye del servicio.
 “Mi padre fue un Marine, y mi hermana mayor y mis tres hermanos menores actualmente sirven como Marines,” dijo Sánchez.
 Mientras que sus hermanos están sirviendo a su país, Sánchez escogió otro camino, servir a la Iglesia pero “en otras batallas,” dijo él.
 “Para mí, el sacerdocio está íntimamente ligado a Cristo especialmente en los sufrimientos y el darse continuamente.  Uno imita a Cristo,” dijo él. “Eso es lo que realmente me atrajo al sacerdocio. Traer a Cristo no sólo a los que lo conocen pero a aquellos que no lo conocen pero especialmente a los que lo han olvidado.”
 Su padre, difunta madre, abuela y el sacerdote de su parroquia fueron instrumentales en cultivar su vocación, dice Sánchez.
 “Mi padre me enseñó lo que significa ser un verdadero hombre, más importante que esto un verdadero hombre de Dios,” dijo él.  “Mi madre me enseñó la belleza y la importancia de la oración, y de depender completamente en Dios incluso en los momentos difíciles.  Mi abuela, siempre dicen que las oraciones de una abuela son poderosas, entonces sé que ella ha estado orando por mí. Y (el difunto) Padre Louis Marx fue el modelo para mí.  El solidificó mi vocación.”
 Antes de entrar al seminario, Sánchez trabajó como coordinador de un programa después de clases para estudiantes de primaria y secundaria.  El recibió su título asociado en Diseños Gráficos del Instituto de Arte de California y ha trabajado independientemente en proyectos de diseño gráfico para clientes.  El portafolio de sus trabajos se puede ver en seraphixdesigns.myportfolio.com. 
 “He estado trabajando en mi arte desde 2012,” dijo él.  “Empecé a verlo más desde una perspectiva Católica, con el tema de la fe en mi arte. Quería que fuera una manera de glorificar a Dios con lo que Él me ha dado.”
 
Oliver García Tirado
Parroquia del Santo Nombre de Jesús, Redlands
 García, 18 años, pasó su último año en la Escuela Preparatoria Yucaipa aplicando a varias universidades, especialmente escuelas con programas de optometría.  A diferencia de otros estudiantes, sin embargo, el también aplicó al seminario.
 “Yo planeaba tener una familia y casarme cuando tenía 27 y tener hijos cuando cumpliera 28,” dijo él. “Tenía mi vida planeada pero creo que oí un llamado y me siento realizado.”
 Por lo tanto, García dio un salto de fe.
 “Mi cita favorita es ‘magnifica al Señor conmigo,’ dijo él. “Quiero enseñarle al mundo la bondad de Dios. Sí, puedo hacer esto sin ser sacerdote pero encuentro más realización en hacerme sacerdote. Quiero que las personas tengan esa conexión con Dios.”
 García es el tercer mayor de seis hermanos. Trabajó como uno de tres gerentes en Farmer Boys en Yucaipa mientras tomaba clases de honores y una clase que requería un compromiso de cuatro años que se llama Academia de Salud y Biomédica. Es una clase específicamente diseñada para estudiantes que quieren ejercer carrera en el ámbito médico después de graduarse de la preparatoria.  También sirvió como presidente del Club Cultural Latino de su preparatoria.
 Antes de entrar al seminario, también estuvo activo en la vida de la parroquia.  Sirvió como catequista para estudiantes en la primaria y estudiantes de confirmación, líder del grupo de jóvenes, ministro de Eucaristía y también fue parte del grupo de oración en la parroquia.
 En su tiempo libre a García le gusta pintar con acuarelas y el senderismo.  También le gusta leer libros espirituales.