En Enero, Brenda Noriega tuvo lo que ella pensaba era una experiencia que solamente ocurre una vez en la vida cuando viajó a Panamá para la Jornada Mundial de la Juventud, participó en una reunión con el Papa Francisco y tuvo un diálogo internacional sobre la participación de los jóvenes y los jóvenes adults en la fe Católica.
Pero el mes pasado, Noriega volvió a tener una experiencia igualmente maravillosa, esta vez en Roma, cuando Noriega, Coordinadora de Programas para Jóvenes Adultos para la Oficina Diocesana de Jóvenes Católicos, sirvió como la representante estadounidense en el Foro Internacional para Jóvenes y Jóvenes Adultos.
El foro se convocó del 19 al 22 de junio por el Dicasterio del Vaticano para los Laicos, la Familia y la Vida como una conversación pos-synodal sobre la exhortación apostólica más reciente del Papa Francisco Christus Vivit. La meta del foro era evaluar las respuestas al documento hasta ese punto y evaluar cómo se estaba difundiendo a través del mundo. Noriega notó que el Vaticano publicó la exhortación oficialmente en Español, Italiano, Inglés, y Francés. Los países que tienen poblaciones Católicas que están creciendo y cuyo principal idioma es otro han tenido que producir sus propias traducciones.
“Para aquellos que lo han leído, lo encuentran revelador y esperanzador,” dijo ella. “Ellos sienten que el Papa está confiando en la juventud para hacer un cambio en la Iglesia.
“El reto es que la mayoría de las personas lo leen en un segundo idioma y algunas de las traducciones cambian el contexto.”
El foro se organizó en sesiones generales con comités de conferencistas que dieron presentaciones y luego respondieron a los comentarios y las preguntas de todos los participantes. Después, pequeños grupos de 10 personas de un mismo idioma dialogaron sobre varios elementos de Christus Vivit.
El 22 de junio, en la conclusión del diálogo, los aproximadamente 250 delegados que representaban las conferencias episcopales de alrededor del mundo tuvieron una audiencia privada con el Papa Francisco. El habló alrededor de 15 minutos, dijo Noriega, y habló de nuevo de los temas que ofreció en la Jornada Mundial de la Juventud seis meses antes.
“El nos volvió a decir, “siempre trabajando, nunca de prisa,’ hablo [una vez más] de la importancia de ser firmes’ dijo ella. “Para mí esto significa que esto está muy profundo en su corazón. Él tiene un sentido de urgencia. Él quiere que nosotros los jóvenes también lo sintamos”
Cada delegado tuvo 30 segundos para saludar al Santo Padre cara a cara. Noriega dijo que a primera vista el Papa no parecía acordarse de ella pero después ella hizo referencia a su reunión en Panamá seis meses antes, donde ella había prometido orar por él, sus ojos se le iluminaron. “Él dijo, ‘o sí, {tú eres de] Estados Unidos. Pero te ves diferente.’” (Noriega se había cortado el cabello).
La oportunidad de dialogar con los jóvenes adultos de otras partes del mundo y ser inspirada una vez más por las palabras del Papa Francisco, dice Noriega, ha dejado en ella un sentido de urgencia del cual el Papa habló.
“Todo lo que hago tiene que estar conectado con una acción concreta,” dice ella de su estado mental después de regresar. “ Muchas veces nos perdemos en la planeación, en la logística. Estamos más preocupados por la caja de cereal que el cereal en sí.”