Por Malie Hudson
CHINO HILLS—Sólo había lugar para estar de pie en la iglesia de San Pablo el Apóstol el 21 de mayo, donde más de 2.000 católicos se reunieron para celebrar la ordenación de seis hombres al sacerdocio. La misa acogió una mezcla de alegría, de bellas expresiones, y cantos tradicionales católicos en diversos idiomas.
Se dio inició con una procesión impresionante encabezada por los Caballeros de Colón vestidos con atuendo completo, seguido de los seis hombres que se ordenarían ese día - Carlos Martínez, José Antonio Orozco, Tomás Guillén, Ken Vu, Dominic Vu y Hau Vu (sin ningún parentesco). Acompañados por sus padres procesaron hacia el altar. Detrás de ellos siguió lo que parecía ser un mar blanco, 51 sacerdotes diocesanos vestidos con sus vestimentas blancas mientras el Obispo Gerald Barnes, el Obispo Auxiliar Emérito Rutilio del Riego completaron la procesión de entrada.
Las lecturas, elegidas cuidadosamente de antemano por los seis futuros sacerdotes, se proclamaron en Inglés, español y vietnamés. En su homilía, el obispo Barnes le agradeció a la comunidad por su apoyo en la formación de los seis hombres. Luego se dirigió a los seis hombres a quien iba a ordenar ese dia.
“Recuerden que ustedes son del pueblo y al pueblo son enviados”, dijo el obispo Barnes. “Que los vean en el amor y en la amistad de Dios. Formen parte de ellos y conózcanlos tan bien como conocen al Señor Jesús. Permitan que los sigan formando en el Espíritu de Cristo y sean aquel Cristo que está con ellos en sus momentos de alegría y de dolor”.
Después de la homilía, cada uno de los seis hombres se arrodilló ante el obispo y confirmaron la aceptación de sus nuevas responsabilidades como sacerdotes contestando “si acepto.” Y luego, en un gesto de humildad, se postraron ante el altar mientras la comunidad cantaba la letanía de Suplicación.
“Fue muy emotivo presenciar el gran compromiso a nuestra fe por estos hombres y verlos prostrados en completa humildad a nuestro Señor,” dijo María Magaña, llena de emoción después de la misa. Su familia conoció a Carlos Martínez durante su temporada de interno el año pasado en la parroquia de San Cristóbal en Moreno Valley. Todos ellos vinieron a celebrar su ordenación.
Después del canto tan emotivo, los seis hombres se arrodillaron ante el obispo Barnes y, con la imposición de las manos, ordeno a cada uno de ellos al sacerdocio. Los 51 sacerdotes presentes siguieron al Obispo Barnes y continuaron el ritual solemne con cada uno de los hombres.
Después del saludo de la paz, los seis hombres se dirigieron al altar por primera vez como los sacerdotes más nuevos de la Diócesis de San Bernardino. La congregación respondió con un rugiente aplauso extendido.
Tres de los nuevos sacerdotes fueron nominados para dirigir unas palabras a la congregación. El padre José Antonio Orozco hablo en español, el padre Dominic Vu en vietnamés y el padre Hau Vu en Inglés. Como no estaba impuesto a sus nuevos vestimentos, el Padre Hau tuvo algunos problemas al encontrar sus notas en su bolsillo lateral. La multitud se rió cuando finalmente las encontró.
“Me paro aquí no sólo como un hijo, o un hermano, pero ahora como un padre”, dijo. “Padre Hau Vu. Suena bien”.
Uno de los momentos más esperados de cualquier ordenación es el conocer sus primeras asignaciones parroquiales. El Obispo Barnes bromeó con la multitud cuando empezó con la primera asignación para el padre Vu y luego intencionalmente dejo fuera el primer nombre, ya que hay tres Padres Vu. Luego anunció a donde serían asignados cada uno - Padre Hau Vu a la parroquia del Santo Nombre de Jesus en Redlands, Padre Ken Vu a la parroquia Beata Madre Teresa de Calcuta, el padre Dominic Vu a Santa Kateri Tekakwitha en Beaumont, el Padre Carlos Martínez a San José en Upland, Padre Tomás Guillén a la Sagrada Familia en Hesperia y el Padre José Antonio Orozco a San Santiago el Menor en Perris.
Clara Batyi, quien participó en el ofertorio y es miembro del Serra Club de San Bernardino, estaba encantada.
“Estoy muy emocionada de que seis sacerdotes más podrán ayudar a nuestra diócesis”, dijo.
Igualó la clase más grande de hombres que hayan sido ordenados en la diócesis, que fue la clase del 2008. La Diócesis espera ordenar a cinco sacerdotes más el próximo año.
Después de la misa, los nuevos sacerdotes se reunieron en el altar con el obispo Barnes para tomarse fotos. Amigos, familiares y conocidos se acercaron al altar para felicitar, orar, y recibir bendiciones de ellos.
“Tengo un gran gozo de poder servir al pueblo de Dios ahora como sacerdote”, dijo el padre Carlos Martínez. “Es algo que me está resultando difícil de poner en palabras en este momento.”
- Malie Hudson es una escritora independiente.