SAN BERNARDINO—Sólo en otra ocasión en su historia, la Diócesis de San Bernardino ordenó tantos sacerdotes como ordenará el mes próximo cuando Antonio Orozco, Ken Vu, Carlos Martínez, Dominic Vu (no hay parentesco), Hau Vu (no hay parentesco) y Tomás Guillen hagan sus votos.
El Obispo Gerald Barnes ordenará a los seis en la Iglesia de San Pablo Apóstol en Chino Hills el 21 de mayo. El último y único otro grupo de seminaristas tan grande se vio en 2008.
“Hay algo que decir para compartir esa experiencia con muchos otros hermanos sacerdotes,” dijo el Padre Erik Esparza, J.C.L., miembro del último grupo de “los seis”.
El Padre Esparza recuerda su ordenación y la ordenación del Padre Jorge García, el Padre Eduardo Aguirre, el Padre Javier González –Cabrera, el Padre Luís Guido y el Padre Minh Nguyen, la cual congregó comunidades de todo el Sur de California que se unieron para expresar sus buenos deseos a los recién ordenados.
“Recuerdo haber escuchado a personas que dijeron haber traído su propia silla para sentarse en la parte de atrás de la iglesia,” dijo.
El recibimiento de seis a los rangos de los sacerdotes diocesanos ayudará a abordar la necesidad significativa de sacerdotes en la diócesis número seis en tamaño en el país. La Diócesis tiene actualmente una proporción de 1 sacerdote por cada 6,117 feligreses católicos, lo cual se considera uno de los índices más bajos a nivel nacional. La Diócesis ha podido satisfacer las necesidades espirituales y sacramentales de su pueblo, en parte, gracias al incremento en la presencia de sacerdotes de órdenes religiosas. De hecho, en la actualidad hay más sacerdotes religiosos en ministerio en la Diócesis que sacerdotes diocesanos.
La tendencia positiva en las ordenaciones continúa el próximo año, pues se espera que cinco seminaristas más hagan sus votos. Si bien esto es motivo de regocijo y esperanza, dice la Hna. Shrewsbury, dejará también el suministro de seminaristas a menos de la mitad. Con 11 seminaristas que se unirán al presbiterado este año y el próximo, quedarán sólo 26 aproximadamente en formación para el sacerdocio, una disminución considerable de la alta de 43 en 2011, y muy por debajo de la meta de 50 que estableció la Oficina de Vocaciones de la Diócesis.
Aunque las parroquias en la Diócesis han hecho una gran labor en la última década en la promoción de vocaciones al sacerdocio, deben ahora pasar de “asertivas a agresivas” para ayudar a identificar y animar a quienes Dios está llamando al sacerdocio.
“Este es un momento crítico”, dijo ella. “Necesitamos seguir llenando el suministro y todas las parroquias necesitan ayudar”.