- Para tu ofrenda, pide a niños y adultos que recojan símbolos de la naturaleza y los lleven a la mesa sagrada. Estos símbolos pueden representar el “fruto de la tierra y el trabajo de las manos humanas” junto al pan y el vino, y servir como recordatorio de las voces de toda la Creación que se unen a la celebración.
- A la luz del tema de este año, considera cómo podrías incluir intencionadamente las necesidades y la participación de grupos y personas de tu comunidad que trabajan por la justicia social, la consolidación de la paz o en cuestiones que reconocen la necesidad de una acción colectiva conjunta en una relación sana con la Tierra.
- Invita a los niños y jóvenes de tu comunidad a crear una pequeña maqueta o un dibujo o pintura de una semilla y todas las criaturas de la Tierra que se necesitan para hacerla crecer y florecer: agua, tierra, polinizadores, trabajo de las manos humanas, etc
- Investiga cuáles son las semillas locales que son fáciles de cultivar donde vives. Puedes revisar la página web de la Sociedad de Plantas Nativas a California en www.calscape.org (en inglés). Incorpora algunas de estas plantas al jardín de tu parroquia o mira si tu comunidad puede ofrecer estas semillas a los fieles. Puedes incorporar esto al final de un servicio de oración, ofreciendo alguna reflexión sobre cómo todos estamos llamados a dar las primicias de la esperanza. Comprométete a comprobar cómo han crecido estas semillas para el Tiempo de la Creación del próximo año.
- Este año, el Tiempo de la Creación anima a las parroquias y grupos religiosos a comprometerse con el Tratado de No Proliferación de los Combustibles Fósiles (TNPCF). El Tratado reúne a naciones, sociedad civil y grupos religiosos para reducir el uso de combustibles fósiles. El 21 de septiembre es el día de acción global para que individuos, comunidades, organizaciones y todos los niveles de gobierno respalden el Tratado. Todas las firmas se utilizarán para influenciar a los responsables de la toma de decisiones en la próxima conferencia de la ONU sobre cambio climático, la COP29, prevista para noviembre de 2024 en Azerbaiyán.
En su primera invitación al Tiempo de la Creación, emitida en 2019, el Papa Francisco le pidió a los católicos alrededor del mundo a participar en el evento anual por medio de aumentar nuestras oraciones y nuestros esfuerzos por nuestra Casa Común.
El Santo Padre ofreció tres maneras que cada uno de nosotros puede mejorar las vidas de todos los que vivimos en la tierra-la oración, el estilo de vida, y la abogacía.
Comenzando con la oración, el papa nos pidió que nos permitiéramos a ser “inspirados de nuevo” por la cercanía a la naturaleza, recordándonos que la mirada de Dios, al comienzo de la Biblia, se fija suavemente en Su creación, “Desde la tierra para habitar hasta las aguas que alimentan la vida, desde los árboles que dan fruto hasta los animales que pueblan la casa común, todo es hermoso a los ojos de Dios.”(Mensaje del Papa Francisco para la Jornada Mundial de Oración por el Cuidado de la Creación 2019). El Santo Padre nos recuerda las palabras de San Buenaventura, que dijo que “la creación es el primer “libro” que Dios abrió ante nuestros ojos, de modo que al admirar su variedad ordenada y hermosa fuéramos transportados a amar y alabar al Creador.” (El Breviloquio II, 5,11).
En el mensaje de este año para el primer día del Tiempo de la Creación, el Papa habla especialmente sobre la esperanza. Reconociendo las dificultades que enfrentamos, incluyendo las guerras, los desastres naturales y la degradación ambiental. El Papa Francisco nos recuerda que el Espíritu Santo está con nosotros, acompañándonos en cada momento de nuestras vidas, y guiándonos en el camino de caridad.
En nuestra área de California, no somos ajenos al desastre, la lucha y la tribulación. También no somos ajenos a la belleza y las posibilidades que nos ofrece Dios. Uno de los temas sobre el cual el Papa Francisco habla con frecuencia es que la manera en que respondemos tanto a las tribulaciones como a las posibilidades importa. Cada una de nuestras acciones importa. Cada uno de nosotros importa.
“La esperanza es la posibilidad de mantenerse firmes en medio de las adversidades, de no desanimarse en el tiempo de las tribulaciones o frente a la barbarie humana. La esperanza cristiana no defrauda, pero tampoco da falsas ilusiones. La existencia del cristiano es vida de fe, diligente en la caridad y desbordante de esperanza, en la espera de la llegada del Señor en su gloria.” (Mensaje del Papa Francisco en la Jornada Mundial de Oración para el Tiempo de la Creación 2024).
Para reflexionar:
• ¿Cómo me habla la Creación de Dios sobre la esperanza?
• ¿Cómo está la virtud de la esperanza en mi vida? ¿Ha habido tiempos que he estado en peligro de caer en la desesperanza o la desolación? ¿Le he pedido a Dios que me ayude a tener más esperanza? ¿Como puedo animar a un hermano o una hermana que parece estar perdiendo la esperanza?
• Ninguno de nosotros puede hacerlo todo, pero todos podemos hacer algo. ¿Cuáles son algunos pasos que puedo tomar para cuidar de la Creación, y construir una cultura de esperanza y vida?