El Padre Javier González y el Padre Jorge García tienen una conexión con la Casa de Formación San Junípero Serra desde los días en que los dos eran seminaristas a principios de los años 2000.


Fueron ordenados juntos en 2008 y en sus primeros años como sacerdotes sirvieron en el ministerio de vocaciones y en la formación de seminaristas. En 2012 el Padre García se convirtió en el Vice-Rector de la Casa Serra y en 2017 en su Rector. El Padre González sirvió como Director Asociado de Vocaciones y luego pasó tres años en Roma estudiando para su doctorado en Misiología antes de regresar a la Casa Serra para servir como Director de Formación Pastoral.


La conexión entre los dos sacerdotes continúa en julio cuando el Padre González reemplazará al Padre García como Rector de la Casa Serra.


“Ha sido un maravilloso camino poder caminar con él,” dice el Padre García de su amigo y hermano sacerdote. “Siento que el seminario estará en buenas manos con él. Él es la persona correcta. El programa de formación no es nuevo para él.”


Sin embargo, el Padre González entiende la importancia de su nueva responsabilidad como el formador principal en la Casa Serra.


“Es un papel bello, pero es una gran responsabilidad a los ojos de Dios y del pueblo,” dice él.


Ya que hizo su investigación doctoral en Misiología, el Padre González tomará elementos sencillos y fundamentales de la fe Católica para animar el programa de los seminaristas. Dice que el carisma del sacerdote diocesano; estar configurado a la persona de Cristo, será el enfoque central del programa del seminario.


“En el seminario, la meta principal es formar discípulos misioneros con el corazón de Jesús, configurados a Jesús,” dice el Padre González. “Los futuros sacerdotes están siendo llamados a ser como Él; a estar cercas del pueblo, a escuchar a la gente, a dedicar su vida entera al Reino de Dios.”


El Programa del Seminario Diocesano estructura su formación de los futuros sacerdotes en cinco dimensiones: espiritual, humana, comunitaria, intelectual y pastoral. Se fijan objetivos específicos para los seminaristas dentro de cada una de las dimensiones, dice el Padre González.


Esta estructura ha sido parte del programa durante los siete años en que el Padre García ha sido el Rector de la Casa Serra. Dice que un énfasis particular en la formación humana y espiritual de los seminaristas durante los últimos seis años ha sido el cambio más grande en el programa, que había estado más enfocado en lo académico.


Durante el tiempo en que el Padre García ha sido el Rector 34 hombres han sido aceptados al programa del seminario. En ese mismo tiempo, la diócesis ha ordenado a 22 sacerdotes. Hace dos años, la diócesis ordenó a siete sacerdotes, la clase más grande en toda su historia.


“He caminado con ellos,” dice él, sobre ver a los seminaristas que ha formado llegar al sacerdocio. “Ha sido un privilegio ver su crecimiento y su deseo de servir el pueblo de Dios.”
Aunque la diócesis enfrenta el reto de tener uno de los números más bajos de sacerdotes por parroquianos en toda la nación, el Padre García dice que ha sido más importante producir sacerdotes balanceados y bien formados al opuesto a clases de ordenación grandes.


“Mi mentalidad siempre ha sido calidad sobre cantidad,” dice él. “Queremos tener los mejores hombres, no solo números. Queremos hombres que están más abiertos a la formación.”
Parte del criterio es abrazar la vida comunitaria y responder al llamado del Papa Francisco de estar atentos a las diferentes realidades de las personas a quienes sirven. Algunos seminaristas llegan más atraídos a la idea de celebrar la liturgia en vez de servir directamente al pueblo, admite el Padre García.


“Esta generación es más tradicional,” dice él. “Sí, la liturgia es bella pero no se olviden de servir a las personas.”


En ese espíritu, el Padre González embarcará en un método nuevo e innovador para enseñarles a los seminaristas sobre la vida parroquial y las múltiples realidades de los fieles laicos. También servirá como Administrador de la Parroquia de Cristo el Redentor, que está localizada en la misma propiedad de Grand Terrace como la Casa Serra. Los seminaristas diocesanos estarán involucrados de manera significativa en la vida de la parroquia, dice él, participando en los diferentes ministerios de la parroquia y teniendo una presencia constante en las liturgias de Cristo el Redentor.


El plan para que el Padre González reemplazara al Padre García se desarrolló durante el último año y los dos han estado trabajando estrechamente en preparación para la transición. Además, el Padre González ha estado en Roma para un programa de tres meses diseñado para los nuevos rectores del seminario. Él elogió el trabajo del Padre García y el equipo de formadores de la Casa Serra y dice que sus planes para el programa del seminario son “más una continuación” de lo que se ha establecido recientemente.


Él pide el apoyo de los fieles y sabe que al final el trabajo está en las manos de Dios.


“En este momento, son ideas. El tiempo nos dirá,” dice el Padre González al comenzar su nuevo ministerio. “Es importante ser humildes. Tenemos que orar mucho-toda la diócesis.”
De momento, el Padre García tomará los meses venideros para completar su tesis doctoral. Cuando la complete, recibirá una asignación en una parroquia de la diócesis, un nuevo capítulo que él admite lo pone un poco nervioso.


“Nunca he servido en el ministerio parroquia, pero estaré abierto.”