Cuando habló con la Diócesis de San Bernardino sobre el Sínodo sobre la Sinodalidad hace dos años desde Roma parecía para muchos ser una forma diferente de ser Iglesia. Pera cuando la Hermana Nathalie Becquart, XMCJ, dio su segunda plática sobre el Sínodo en a la Diócesis el 20 de febrero, esta vez en persona, el enfoque fue sobre la aplicación práctica de la Sinodalidad a nivel parroquial y aun a nivel familiar.


La Hermana Nathalie es Subsecretaria del Sínodo de los Obispos, una distinción sin precedentes para una religiosa en la Iglesia. Actualmente ella viaja internacionalmente para compartir su entendimiento sobre la Sinodalidad y para ver como el Sínodo está echando raíces en diferentes partes del mundo.


“Lo que he visto, es que en cada cultura tenemos las semillas de Sinodalidad, y tenemos obstáculos,” dijo ella. “Para cultivar estas semillas es un camino largo.”


La Hermana Nathalie dio su plática, titulada “Como cultivar una cultura de Sinodalidad a nivel diocesano y parroquial,” como parte del Día de Formación Sinodal en el Centro Pastoral Diocesano. La plática también estuvo disponible a las parroquias y las escuelas de la Diócesis por medio de una transmisión en vivo.


Los empleados del Centro Pastoral Diocesano y de las parroquias primero conocieron a la Hermana Becquart en febrero de 2022 cuando dio el discurso principal para la Reunión de Vicariatos Combinados por medio de transmisión en vivo desde Roma. En ese tiempo, el Sínodo sobre la Sinodalidad estaba en su primer año y la tarea central era presentar el concepto de la Sinodalidad. Las parroquias estaban en el proceso de organizar las sesiones de escucha sinodales y todavía no habían tomado lugar las fases nacionales y continentales.


En el Día de Formación el 20 de febrero se reconoció que para algunos se les ha hecho difícil entender como aplicar la Sinodalidad de manera práctica y otros no lo han adoptado por miedo de que subvierte tradiciones importantes de la Iglesia. La Hermana Nathalie notó que los elementos esenciales de la Sinodalidad-compartir y escucharnos los unos a los otros en diálogo, caminar juntos con una misión común-han sido parte de la Iglesia desde sus comienzos. La mejor manera de practicar la Sinodalidad es simplemente comenzar, agregó ella.
“No tengo una solución mágica para darles,” dijo la Hermana Nathalie. “Se trata de aprender al hacer. Se trata de practicar.”


Esto incluye la práctica a nivel familiar. En sus comentarios de la tarde, la Hermana Nathalie hizo una conexión entre las interacciones familiares con la Sinodalidad. Un ejemplo fue el proceso de como se toman las decisiones en una familia cuando deciden salir de vacaciones.


“El Padre puede decidir todo solo, sin escuchar a su esposa o sus hijos. O puede realmente consultar y escuchar a través de un proceso en que toda la familia llega a un consenso sobre donde ir. Este es el estilo Sinodal,” explicó ella.


María Antonia Amao, directora asociada del Departamento del Instituto de Formación para los Ministerios dijo que hablar sobre la Sinodalidad en el contexto familiar le abrió los ojos y fue un recordatorio importante.


“Necesitamos comenzar en nuestros hogares,” dijo Amao. “Si no vivimos [la Sinodalidad] con nuestra familia, ¿cómo lo vamos a hacer con el mundo de afuera?”


La manera en que la Diócesis de San Bernardino ha abrazado la Sinodalidad se compara de manera favorable con varias diócesis que ha visitado la Hermana Nathalie, dice ella, citando que la vitalidad y juventud de la Iglesia local la hace más abierta al trabajo del Espíritu Santo.


En sus comentarios de clausura, el Obispo Alberto Rojas hizo eco a los comentarios de la Hermana Nathalie que la Sinodalidad tomará tiempo y práctica.


“Lo veo como una manera ideal y bella de ser Iglesia,” dijo él. “Es la manera en que Jesús comenzó con los Apóstoles.”