Por Elena Macias
Thomas Davis y Alfredo Ledesma tomaron un paso importante en su camino hacia el sacerdocio cuando fueron ordenados al diaconado transitorio el 16 de diciembre en la Catedral de Nuestra Señora del Rosario en San Bernardino.
Davis, de San Cristobal en Moreno Valley, y Ledesma de Nuestra Señora de la Esperanza en San Bernardino regresaron del Seminario de la Asunción en San Antonio, Texas siguiendo la ordenación para completar su último semestre de formación en el seminario. Se espera que sean ordenados al sacerdocio cuando regresen en mayo de 2024. Adelante les compartimos algunos pensamientos de los dos hombres mientras se preparan para su ordenación como diáconos transitorios.
Thomas Davis:
Al reflexionar sobre su camino del seminario, Davis estaba casi incrédulo porque se encuentra solo a un semestre de ser ordenado al sacerdocio.
“Honestamente pensé que este día nunca llegaría,” dijo Davis. “Cuando comencé la formación, pensé, ‘Ciertamente, no lograré terminar. No va a ver manera que piensen que seré un buen sacerdote, siete años será suficiente tiempo para mostrarlo.’ Después de siete años no puedo creer que voy a ser ordenado.”
Aunque es difícil de creer que se acerca a su ordenación al sacerdocio Davis se siente agradecido a todos los que lo han ayudado en su camino vocacional.
“Estoy realmente agradecido a todas las personas que me han formado, apoyado y han caminado conmigo en estos años de formación en el seminario,” dijo Davis. “He sido extraordinariamente privilegiado de conocer personas tan increíbles a través de mi tiempo de formación. Estoy especialmente agradecido a aquellos amigos cercanos e íntimos, además de mis hermanos seminaristas que siguen en el camino conmigo hasta hoy en día. Todo lo que puedo hacer es darle las gracias a Dios por llamarme al ministerio ordenado y seguir orando por su ayuda mientras sirvo a su pueblo.”
Davis describe el ser ordenado al diaconado transitorio como un regalo.
“Este momento, esta ordenación, esta vocación es un don,” dijo Davis. “Este es nuestro momento como comunidad de reflexionar sobre que tan generosa es la gracia de Dios. Estoy realmente honrado que Dios me consideraría permitirme estar al servicio de su pueblo, y realmente creo que esta ordenación es un regalo para mí y para el pueblo de Dios en la Iglesia de San Bernardino.”
Ahora, después de ser ordenado al diaconado transitorio, Davis espera con emoción su último semestre de formación en el seminario.
“Al entrar en mi último semestre de formación en el seminario, siento gozo y agradecimiento,” dijo Davis. “Gozo en que podré volver a la comunidad en donde fui criado para servir y caminar con el pueblo de Dios. Y agradecimiento a Dios y a la Iglesia en San Bernardino por darme la oportunidad de discernir en un espíritu de oración por los últimos siete años de mi formación.”
Alfredo Ledesma:
Al reflexionar sobre su camino en el seminario hasta este punto, Ledesma observó cuanto el seminario le ha ayudado a profundizar en su fe.
“Mientras mi tiempo en el seminario llega a su fin, me encuentro reflexionando profundamente, con un corazón lleno de gratitud y paz,” dijo Ledesma. “La formación en el seminario ha sido un camino con Cristo, más que solo un esfuerzo académico; ha sido una peregrinación espiritual. He encontrado Dios en maneras que me han retado y han afirmado mi fe, más aún Dios siempre ha sido fiel. El seminario ha sido un lugar donde mi conocimiento de Dios, la Iglesia, y de mi mismo han profundizado. Como resultado, los retos, las experiencias de aprendizaje, y los momentos de gracia han hecho que este camino sea maravilloso.”
Del mismo modo, Ledesma también reconoció que no ha caminado solo, y está agradecido con las varias personas que lo han ayudado en su tiempo como seminarista.
“Creo la palabra correcta es ‘gratitud’ para describir mi tiempo como seminarista,” dijo Ledesma. “Se que no he estado caminando solo. Muchas personas han sido fuente de inspiración, apoyo, y amistad. Si los tuviera que nombrar, sería imposible terminar, pero ellos saben quienes son. Mirando hacia atrás, puedo ver como cada instante en el camino ha sido un paso hacia mi futuro ministerio.”
El ser ordenado al diaconado transitorio fue muy significativo para Ledesma y se sintió nervioso y emocionado por lo que el momento significaba para él.
“Este momento significa un paso de años de aprendizaje al ministerio activo, y realmente me hace profundizar sobre la idea de que mi formación es un camino que nunca se acaba,” dijo Ledesma. “Pasar al diaconado significa abrazar una vida de servicio, humildad y dedicación. Para mí, ser un diácono significa esforzarse por imitar a Cristo el Siervo, recordándonos que la esencia del ministerio es un compromiso por servir a Dios a través de servir a mi prójimo.”
Ahora que Ledesma ha sido ordenado diácono, regresa al seminario para completar su último semestre de formación en el seminario, el cual siempre recordará con cariño.
“Me he esforzado por apreciar cada momento en estos últimos anos, reconociendo que estas experiencias son únicas e irrepetibles,” dijo Ledesma. “Extrañaré profundamente los varios aspectos de la vida en el seminario-el compañerismo de mis hermanos seminaristas, las lecciones valiosas de mis educadores, mentores y formadores, y las interacciones diarias con muchas personas maravillosas que se han hecho parte de mi vida. Este camino por el seminario ha sido increíble, y estoy seguro que recordaré estos momentos con gran afecto y gratitud.”
Elena Macias es la editora gerente de Inland Catholic BYTE y El Compás Católico.