Por Elena Macias


“No estén angustiados. Confíen en Dios y confíen también en mí.”


Estas fueron las palabras iniciales de la lectura del Evangelio de San Juan el 8 de noviembre para la Misa Anual en Memoria de los Sacerdotes Fallecidos. “Volveré y los llevaré Conmigo, para que puedan estar donde esté Yo. Y ya saben el camino para ir a donde Yo voy.’ Tomás replicó, ‘Pero, Señor, no sabemos a dónde vas, ¿cómo vamos a saber el camino?’ Jesús le dijo,’ Yo soy el camino, la verdad y la vida. Nadie puede llegar hasta el Padre si no es por Mí.’” (Juan 14 1-6).


El Obispo Alberto Rojas presidió la Misa Anual en Memoria de los Sacerdotes Fallecidos junto con el Obispo Auxiliar Emérito Rutilio J. del Riego y otros sacerdotes como concelebrantes. Otros sacerdotes de la Diócesis se sentaron en las bancas de la Catedral de Nuestra Señora del Rosario en San Bernardino para celebrar a sus hermanos sacerdotes.


En su homilía, el Obispo Rojas reconoció que la lectura del Evangelio de San Juan para la Misa Conmemorativa suele leerse durante los funerales, y tiene lugar el día antes de que Jesús sea crucificado. El Obispo Rojas dijo que la belleza que él ve en este Evangelio es que Jesús, a pesar de saber que pronto será crucificado, por su amor, está preparando un lugar acogedor para que los discípulos estén de nuevo con Él. Este amor que Jesús nos tiene es como el de unos padres primerizos cuando se preparan para recibir a su bebé y el Obispo Rojas dijo que espera que nuestros sacerdotes difuntos lleguen al lugar tierno que Jesús nos ha preparado.


“Su amor lo motivó para preparar un lugar acogedor para los discípulos, igual que cuando los padres se preparan para recibir a un nuevo bebé”, dijo el Obispo Rojas. “Así es como veo que Dios cuida de nosotros. Toda la idea del cielo está en relación con Jesús. El Cielo es el Cielo porque Jesús está allí con nosotros. Eso es lo que queremos para nuestros hermanos sacerdotes que han fallecido. Un lugar tierno y amoroso para llegar a los brazos de Dios”.


Los nombres de nuestros sacerdotes diocesanos que han fallecido este año fueron ofrecidos durante las intenciones de oración. La Misa se ofreció por Monseñor Tom Wallace, Monseñor Antonio G. Sudario, Padre Patrick Travers, SS. CC., Monseñor Cesar E. Encinares, Padre Louis A. Abdoo, M.C., Padre James H. Burnie, C.S.Sp., y Padre Michael Maher, SS. CC, así como por el Papa Benedicto XVI y el Obispo David G. O’Connell, Obispo Auxiliar de Los Ángeles que fue asesinado a tiros en febrero.


“Siempre es bueno reunirnos como Iglesia, como Diócesis, hoy específicamente para orar y pedir a Dios por el eterno descanso de aquellos hermanos que han fallecido... ojalá estén esperando nuestra llegada para reunirnos con ellos algún día “, dijo el Obispo Rojas. “Mientras tanto, nos reunimos para recordarlos, para orar por ellos, para agradecer su servicio”.
El Obispo Rojas concluyó la Misa agradeciendo a todos los que participaron en la organización de la Misa y a Dios por la oportunidad de reunirnos nuevamente y celebrar la Eucaristía especialmente por aquellos hermanos sacerdotes que nos han precedido.


“Un agradecimiento especial al Obispo Rutilio que está hoy con nosotros”, dijo el Obispo Rojas. “A todos mis hermanos sacerdotes que se han unido a nosotros desde diferentes partes de la Diócesis, es muy hermoso verlos juntos especialmente para una celebración como esta en la que queremos mostrar nuestro amor y aprecio a aquellos hermanos que han trabajado duro y que ojalá estén descansando en la paz de Dios.”


 Elena Macias es la editora gerente de Inland Catholic BYTE y El Compás Católico.