Por Petra Alexander

Dedicamos la ofrenda tradicional de Día de los Muertos en nuestro Centro Pastoral Diocesano a Los Constructores de Paz. Afortunadamente, hay hombres y mujeres que se han ganado la bienaventuranza por su trabajo en construir la paz.

Aunque en las tumbas de los muertos, se acompañan nombres y fechas con la abreviación RIP, que significa: “Descanse en Paz”, la paz no es el silencio y la tranquilidad de los cementerios. La paz tiene que ver con la vida, con la armonía, la justicia, la plenitud y la felicidad. Jesús llamó “Felices” a quienes son capaces de aportar elementos de paz a las vidas de otros y a la paz social. Es por eso por lo que, los conflictos actuales, nos alertan porque sabemos la fragilidad de la paz.

¿Por qué si deseamos la paz no la salvaguardamos? La paz se ha debilitado con la suma de muchos conflictos pequeños y grandes: las polarizaciones, el abuso de poder, el racismo, la violencia y el odio. Ahora nuestros noticieros se llenan de explosión y grito, de brutalidad y llanto, de niños muertos y rehenes. Quisiéramos entender razones a esta ruptura de la paz, y las razones se complican porque hunden sus raíces en la Historia, en la tierra como propiedad o adquisición, en la etnicidad y la religión. Si ya el calentamiento global amenazaba la paz en el mundo, las guerras aceleran desastres ecológicos.

Descansar en Paz es el último deseo que nos embarga cuando despedimos a un ser querido que muere. Para descansar en Paz, hay que construir la paz mientras vivimos. La vida de los constructores de Paz no ha sido fácil, les ha exigido fidelidad a sus valores. Les ha tomado tiempo y energías en sus causas. Los constructores de la Paz se han sostenido en el respeto y el diálogo contra toda esperanza. 

Queremos que nuestra ofrenda, más allá de una remembranza de los que ya se fueron, nos ponga delante modelos a imitar sobre la enorme tarea que nos desafía. Oremos por la Paz, comencemos por declarar una amnistía a nuestros pequeños o grandes enemigos personales. Investiguemos la historia de los conflictos, abogamos por las víctimas y construyamos el trozo de paz que nos corresponde. 


 Petra Alexander es la Directora de la Oficina de Asuntos Hispanos de la Diócesis de San Bernardino.