Por James Baumann

“Ustedes no me eligieron a mí; he sido yo quien los eligió a ustedes y los preparé para que vayan y den fruto, y ese fruto permanezca.” (Juan 15:16) Un grupo nuevo de seminaristas está tomando en serio este llamado al entrar a la Casa de Formación San Junípero Serra este agosto. Ruben Chavarria, Minh Hoang, Jess Sanchez y Juan Samaniego han entrado al seminario después de mucho discernimiento y están listos para responder al llamado de Dios de compartir el amor de Jesús.

“Dios ha llamado a estos cuatro hombres por una razón particular, y esa razón está dentro de sus corazones. Cristo dijo, ‘Ahí donde está tu tesoro, ahí también está tu corazón,” dijo el Padre Hau Vu, Director de Vocaciones, que siente emoción por los nuevos seminaristas. “ Yo diría que cualquier persona que está considerando la vida religiosa debería de tomar el acto de fe y decir ‘¡Sí!’ al llamado de Dios. Es un llamado especial dado a los hombres y mujeres que Dios ha escogido para ser sus sacerdotes y religiosos.”

Aunque todos los seminaristas han sentido el llamado al sacerdocio en la Diócesis de San Bernardino, todos ellos tienen diferentes orígenes, dándoles a cada uno un carisma único que llevarán a sus parroquias particulares algún día.

Ruben Chavarria

Antes de entrar al seminario, Ruben Chavarria estudió en una universidad local, pero sintió que estaba siendo llamado a algo más grande. “A través de la oración y otras señales, llegué a la conclusión de que Dios me estaba llamando a hacer algo más. Mi conciencia y mi corazón estaban puestos en entrar al seminario. Con la ayuda del Espíritu Santo, tomé la iniciativa de hablar con los miembros de mi familia sobre mi deseo y voluntad de entrar al seminario y al sacerdocio,” dijo él.

“Durante el proceso de entrar al seminario, sentí que Dios estaba poniendo todo en mi camino dirigiendo todas mis decisiones y los resultados de esas decisiones, aun en momentos cuando pensaba que había cometido un error en el proceso. Yo sabía que de una manera u otra Dios estaba guiando todo el proceso y que si Dios quería que entrara al seminario, entonces nada ni nadie lo podría impedir, yo simplemente puse mi confianza en su Divina Providencia,” dijo él.

Chavarria, originario de California, dijo que su objetivo es darle gloria a Dios y ayudar a las personas de la Diócesis a entender que no existe mayor bendición en el mundo que conocer a Jesucristo.

En su tiempo libre a Chavarria le gusta jugar con sus perros, pasar tiempo con su familia y jugar deporte. También le gusta hablar y leer sobre las escrituras mientras crece y se desarrolla espiritualmente.

Minh Hoang

Minh Hoang nació en Saigón, Vietnam y se mudó a Orange County en el 2011. Quería ser enfermero para ayudar a los enfermos y compartir el evangelio con ellos, pero Dios guió a Minh hacia el seminario. “La cosecha es grande, pero los trabajadores son pocos. Yo quería ser un trabajador y recoger la cosecha,” explicó Hoang.

Hoang decidió responder al llamado de Dios al entrar en el seminario aquí porque entendió cuánta necesidad hay de sacerdotes en la Diócesis de San Bernardino. “Realmente me gusta el proceso de formación. Me gusta pasar tiempo con mis hermanos en Cristo, desarrollar virtudes y estudiar filosofía y teología. Estoy bendecido por Dios al poder servir la Diócesis de San Bernardino,” dijo Hoang.

Cuando Hoang tiene tiempo libre, estudia español y vietnamita, lee, ora y corre. Sin embargo, lo que más le gusta es “ayudar a la gente de la Diócesis de San Bernardino.”

Jess Sanchez

Jess Sanchez siempre ha sentido la necesidad de ayudar a la gente. Eso es lo que llevó a este originario del Valle de Coachella a sacar una licenciatura en kinesiología de la Universidad Estatal de California, San Bernardino (CSUSB por sus siglas en inglés) para ser un maestro de Educación Física Adaptada (APE por sus siglas en inglés). “Los maestros de APE trabajan con estudiantes cuyas habilidades físicas no están al nivel de los estándares del estado. Es el trabajo de los maestros de APE ayudar a los estudiantes a trabajar en cualquiera de las habilidades en las que necesitan mejorar, como correr, aventar, atrapar o rebotar una pelota,” explicó Sanchez.

Después de que me gradué de CSUSB, me inscribí al programa de credencial para hacerme un maestro certificado en el estado de California. Sin embargo, al tratar de balancear a Dios, el trabajo y la escuela, sentí que no le estaba dando a Dios la atención que merece. Sentí el llamado a entrar al seminario cuando le pedí a Dios lo que debería de hacer con esta lucha que estaba enfrentando, y al final, me di cuenta que Dios era la respuesta correcta, “ dijo Sanchez.

Sanchez encontró a Dios en varios aspectos de su vida, incluso ayudando a aquellos a su alrededor. “Espero con emoción madurar en mi fe aquí en la Diócesis y aprender como vivir de manera adecuada una vida Católica devota en nuestros tiempos modernos,” dijo él.

Cuando no está en sus clases, a Sanchez le gusta jugar básquetbol, levantar pesas y hacer muchas preguntas filosóficas.

Juan Samaniego

Samaniego nació en Baja California, e emigró a los Estados Unidos cuando era niño. Siempre teniendo un lado creativo, Samaniego comenzó una carrera en diseño gráfico y marketing digital antes de darse cuenta que este no era su camino. “Comencé a ser honesto conmigo mismo y con Dios. Crecí en mi relación con él y con el tiempo me rendí a su plan para mí, que honestamente no fue fácil al principio,” dijo él.

“Oí el llamado de Dios cuando estaba en la preparatoria cuando mis padres me inscribieron en el catecismo. Comencé a hacer grandes preguntas y comencé a leer las escrituras. Tuve un encuentro personal con nuestro Señor meses después, y lo demás es historia,” añadió Samaniego.

Samaniego buscó a lo largo y lo ancho un lugar para servir a Dios antes de finalmente responder al llamado de Dios en la Diócesis de San Bernardino. “Consideré muchas diferentes órdenes religiosas pero no estaba muy seguro. Entonces oré mucho y le pregunté a Nuestro Señor dónde me quería. El sacerdocio diocesano en San Bernardino fue lo que más me llamó la atención porque me daba paz,” dijo Samaniego.

En su tiempo libre, Samaniego dibuja, juega videojuegos y continúa su conversación filosófica con Dios, que lo ayuda en sus clases en el seminario. “La filosofía es algo que realmente gozo, y el hecho de que la doctrina de nuestra fe la estará guiando es algo de lo cual estoy muy emocionado,” dijo él.

Por favor tengan a estos cuatro seminaristas en sus oraciones al comenzar su camino de formación.

James Baumann es escritor independiente además de Gerente de Marketing y Medios de Comunicación para la Escuela Santa Jeanne de Lestonnac en Temecula.