Hermanos y Hermanas en Cristo,
Hemos recibido la noticia sobre la decisión de la Corte Suprema en el caso Dobbs vs. Jackson Women’s Health que efectivamente anula el caso Roe vs. Wade, la decisión de 1973 que legalizó la terminación de un embarazo hasta minutos antes del nacimiento. Nos alegramos con esta decisión de la Corte Suprema porque afirma que cada vida creada por Dios es valiosa y debe ser protegida bajo la ley. Millones de vidas han sido extinguidas bajo la sombra de Roe v. Wade en los últimos 50 años.
Tomemos este momento como Iglesia para seguir mostrando nuestra compasión y nuestro apoyo para las mujeres, los niños, y las familias. Esta decisión de la Corte Suprema no es una ocasión para presumir o condenar a los demás, es un tiempo de afirmar el don de la vida que Dios nos da.
Al mismo tiempo que le damos la bienvenida a estas noticias a nivel federal, nos preocupamos por la respuesta de nuestros líderes políticos del Estado de California de expandir el acceso y la disponibilidad del aborto aquí en nuestro estado. Incluso están proponiendo una Enmienda a la Constitución Estatal para entronizar el derecho al aborto bajo demanda. ¡Como ciudadanos fieles debemos alzar nuestras voces contra esta propuesta de enmienda! Estamos llamados en nuestro Bautismo a proteger la vida en cada etapa. Este es el momento.
Finalmente, estemos conscientes de que el aborto es un tema divisivo y lleno de emoción, tanto en la sociedad como dentro de nuestra Iglesia. Puede que nos encontremos enfrentados por aquellos que no comparten nuestras perspectivas. Por
favor recuerden que nuestra reverencia por la vida y dignidad humana nos llama a tratar a todos nuestros hermanos y hermanas con respeto, aún si se les hace difícil aceptar la enseñanza de nuestra Iglesia sobre el aborto. En el espíritu del Sínodo actual, escuchémonos el uno al otro y caminemos juntos, incluso en los caminos más difíciles.
Mis oraciones están con ustedes en este momento de agradecimiento a Dios e incesante dedicación a la vida.
En Cristo,
Obispo Rojas