ESCUCHANDO A LA IGLESIA JOVEN Recientemente la Diócesis organizó un par de sesiones de escucha para jóvenes adultos como parte del Sínodo sobre la Sinodalidad. IZQUIERDA: Un grupo de jóvenes adultos comparten en grupos pequeños en una sesión de escucha en el Centro Newman San Andrés en Riverside, el 18 de mayo. DERECHA: De izquierda a derecha, Josué Marin, Sarah Marin, el Obispo Alberto Rojas, Monserratee Ángeles y Archie La Salle participan en una sesión de escucha transmitida en vivo por Wordnet Productions el 11 de mayo.
Por Anneliese Esparza
Directora Editorial
La Diócesis buscó conectar con la iglesia joven de manera particular este mayo con un par de sesiones de escucha para los jóvenes adultos, una de las cuales fue facilitada por el Obispo Alberto Rojas. Las sesiones de escucha son parte del Sínodo sobre la Sinodalidad, una iniciativa mundial de la Iglesia que enfatiza escucharnos el uno al otro y discernir la voluntad del Espíritu Santo para la Iglesia.
La primera de las dos sesiones de escucha tuvo lugar el 11 de mayo y fue transmitida en vivo por el canal de YouTube de Wordnet Productions. (Wordnet Productions es un ministerio católico de medios de comunicación basado en San Bernardino que colabora con la Diócesis.) La sesión de escucha consistió de cuatro panelistas jóvenes adultos que compartieron sus perspectivas sobre la Iglesia con el Obispo Alberto Rojas.
Una de las panelistas fue Monserratee Ángeles, que estuvo muy involucrada en la Iglesia por medio de su parroquia, Nuestra Señora de la Esperanza en San Bernardino hasta graduarse de la preparatoria. Sin embargo, su fe fue retada cuando se mudó para la universidad y se encontró con personas de diferentes creencias. “Mi fe no era tan fuerte como yo pensaba, y desde ahí fue fácil abandonar mi fe,” dijo ella.
Cuando se graduó y volvió a su casa, conoció a algunos seminaristas que la motivaron a luchar por su fe y buscar respuestas a sus dudas. Encontrar respuestas a sus dudas como una adulta le dio una fe más fuerte de la que tenía cuando era niña o adolescente.
Otro panelista, Josué Marin, reflexionó sobre el hecho de que la Iglesia es como una familia a la cual siempre pertenecemos. “La Iglesia es mi casa y siempre será mi casa…no importa lo que pasa en mi vida, no importan los errores que pueda cometer, siempre puedo volver a casa, a la Iglesia. Siempre puede refugiarse uno en esto,” dijo él.
Sin embargo, Marín reconoció que la Iglesia no es perfecta. “En un hogar, va a haber faltas, va a haber errores, de la misma manera hay momentos en que la Iglesia me va a fallar,” dijo él.
Sarah, la esposa de Josué Marin, que también fue panelista, dijo que la Iglesia debe dejar de tratar de presentar una versión diluida del Catolicismo en un esfuerzo por atraer a las personas jóvenes. “Necesitamos dejar de diluir la fe, tratando de buscar cosas que son atractivas y comparándonos con otras iglesias y cosas seculares…al final del día, lo que nuestros jóvenes de hoy añoran es la tradición, la verdad, la pasión y una teología buena y sólida,” dijo Sarah Marin.
Unos días después de la sesión de escucha de Wordnet, la Diócesis organizó otra sesión de escucha para jóvenes adultos en el Centro Newman San Andrés en Riverside. En esta sesión de escucha, alrededor de 25 jóvenes adultos se reunieron para compartir sus perspectivas, se reunieron en grupos pequeños de cinco o seis personas más un facilitador.
Un participante, Colin Steele, cuya parroquia es el Centro Newman San Andrés, dijo que esta fue la primera sesión de escucha en la que había participado y que fue una experiencia positiva. “Esta fue una maravillosa oportunidad de crear un espacio donde las personas compartieron lo bueno y quizás lo no tan bueno de su camino de fe. Esto es muy importante, porque es así que crecemos, cuando escuchamos las experiencias de otras personas,” dijo Steele.
Otra participante, Catie McCool de Santos Mártires en Murrieta dijo, “Espero que [el Sínodo] realmente inspire a las personas a involucrarse más, los anime a estar más presentes a su fe, física y espiritualmente, que reúna a muchas personas.”
Berenice Villa, Coordinadora del Ministerio de Jóvenes para la Oficina de Pastoral con Juventud Católica, dijo, “Siempre estoy agradecida por el valor de los jóvenes en estar dispuestos a ser abiertos, honestos y auténticos en las sesiones de escucha. Siempre me voy de las sesiones de escucha y digiero las experiencias de la iglesia joven a través de la oración y la reflexión, siempre con cierto peso en mi corazón, especialmente cuando oigo el dolor que muchos experimentan al todavía ser excluidos de sus comunidades parroquiales.”
Villa también dijo que las personas jóvenes aportan dones inestimables a la Iglesia y que es esencial escuchar a los jóvenes porque los afirma en su valor y los anima a tomar liderazgo.
Hablando una semana después de facilitar la sesión de escucha en Wordnet, el Obispo Rojas también expresó sentimientos parecidos a Villa. “Nosotros los líderes necesitamos oír y escuchar las ideas y la energía de las personas jóvenes y luego animarlos a participar en la Iglesia…tengo un corazón, una apreciación especial para los jóvenes, y quiero confiarles tareas más grandes, porque creo que son capaces y están dispuestos a hacerlo,” dijo él.
“Creo completamente que los jóvenes no solo son el futuro de la Iglesia, sino que son el presente. Los jóvenes son el presente y la gran esperanza de la Iglesia,” añadió el Obispo Rojas.