SAN BERNARDINO—San Bernardino experimentó otro trágico acto de violencia pública el 11 de abril cuando un hombre disparó y mató a su esposa y un niño de nueve años en un salón de la escuela primaria de San Bernardino.
El tiroteo en la Escuela Primaria North Park sucedió a menos de dos millas de la Parroquia y la Escuela de Nuestra Señora de la Asunción. Mientras que la escuela tomó precauciones inmediatas para proteger la seguridad de los estudiantes, la parroquia ofreció un lugar para que la comunidad, la escuela y los líderes cívicos afligieran y oraran juntos, la parroquia también ofrecio un servicio de oración interreligioso solo seis horas después del tiroteo.
“A veces todo lo que puedes hacer es llorar, y hoy es el día para eso”, dijo el obispo Gerald Barnes durante el servicio de oración. “Nos levantaremos de nuevo, vamos a seguir adelante, vamos a ser más fuertes. Pero hoy es el día para llorar porque hemos llegado a tal estado”.
Otros líderes religiosos y funcionarios electos hablaron durante el servicio de oración en Nuestra Señora de la Asunción.
“Aquí es donde comienza la sanación”, dijo Dale Marsden, Superintendente del Distrito Escolar Unificado de la Ciudad de San Bernardino. “Vencemos el odio con la gracia y la paz de Dios”.
Al terminar el servicio aquellos que llenaron la pequeña iglesia parroquial procesaron y se pararon en los escalones de la iglesia sosteniendo velas mientras que el Padre Henry Sseriiso, Pastor, y el Padre DePasquale, el párroco de la Parroquia San Bernardino, dirigieron una letanía en inglés y español.
El servicio de oración fue propuesto inicialmente por el Padre Sseriiso como una reunión más pequeña para las comunidades más directamente afectadas en el norte de San Bernardino, pero pronto, a través de anuncios de medios sociales y el boca a boca, se convirtió en el lugar para que se reuniera toda la ciudad.
“Tuvimos que orar de inmediato, especialmente por las familias y las víctimas”, dijo Kathleen Estrella, que sirve como Ministra de Música y de Jóvenes en Nuestra Señora de la Asunción y ayudó a planear el servicio de oración. “Se escaló a algo mucho más grande de lo que esperábamos. Terminó siendo mucho más.”
Incluso antes del servicio de oración de la tarde, hubo una presencia católica en la escuela secundaria cercana de Cajon, donde los estudiantes de North Park fueron llevados después del tiroteo. El Obispo Auxiliar Emérito Rutilio del Riego, Monseñor Gerard López, STL, VG, el Padre Leonard DePasquale, el Diácono Luis Sánchez y la Hermana Chilee Okoko, D.M.M.M., estuvieron entre los presentes.
Al igual que con el tiroteo del 2 de diciembre del 2015 en el Centro Regional Inland que cobró 14 vidas, el incidente de North Park tenía una fuerte conexión católica. La familia de Jonathan Martínez de nueve años, que murió en el ataque, ha asistido a la Catedral de Nuestra Señora del Rosario en San Bernardino.
El 21 de abril se celebró allí una Vigilia y Misa de Resurrección. La familia y los amigos del niño, junto con los representantes de la escuela, la seguridad pública y las comunidades cívicas llenaron la iglesia. Su ataúd blanco, adornado de oro, estaba adornado con flores, globos y osos de peluche, mientras que una foto grande de Jonathan con un sombrero de bombero se colocaba justo antes del altar.