Queridos hermanos y hermanas en Cristo,

 En este Año Jubilar de la Misericordia, nuestro Santo Padre nos llama a dar testimonio de la misericordia y de seguir el ejemplo de Dios como seguidores misericordiosos, de perdón y de amor.

 Un medio importante para aprender y vivir la misericordia de Dios es la escuela católica. A medida que entramos la Semana de Escuelas Católicas quiero ser claro en mi apoyo entusiasmado por la educación católica y avisarles de una nueva carta de mis hermanos obispos de California y yo, “nuestras escuelas católicas en California: Un Pasado estelar, un futuro robusto. “

 La carta llega en un momento en que tenemos que reconocer que el panorama de la educación católica ha cambiado mucho desde los tiempos en que existían nuestras escuelas y prosperaban en gran medida a través de la dedicación del ministerio de las religiosas. Los factores culturales y económicos han cambiado. La escuela católica no es la opción preferida para la mayoría de las familias católicas como lo era antes.

 Este es un desafío que vale la pena nuestro esfuerzo, porque la educación católica sigue siendo una poderosa herramienta de formación espiritual y una carretera para el éxito de nuestros jóvenes. Le pido a los sacerdotes y religiosos que dirigen nuestras parroquias y a las familias católicas, que miren la educación católica con nuevos ojos, a que participen en su salud y su sobrevivencia.

 Se inicia con la reflexión sobre las acciones que nosotros, los obispos de California estamos recomendando en nuestra carta:

 Los párrocos y líderes escolares se concentrarán en el reclutamiento de más niños católicos. 

 Los niños y las familias con una fuerte participación en la vida parroquial y la educación religiosa serán invitados a inscribirse en las escuelas católicas y se les ayudara financieramente, cuando sea posible.

 Superintendentes escolares Diocesano, directores de escuela y párrocos parroquiales trabajarán juntos para hacer las escuelas católicas más deseable, accesible y asequible para las familias latinas (quien son el 74% de los católicos en nuestra Diócesis).

 Nuevas formas de gobernar las escuelas serán estudiadas para determinar el mejor modelo operativo para el progreso de cada escuela.

 Con la publicación de nuestra nueva carta, los obispos de las 12 diócesis en California se han comprometido a garantizar que las escuelas católicas sigan educando a estudiantes a convertirse en líderes que impactan nuestra iglesia y toda la sociedad. Los invito a leer la carta en su totalidad en www.cacatholic.org.

 Estoy comprometido, como su obispo, a llenar cada escritorio en cada escuela católica, y a hacer nuestras escuelas lo más accesible y asequible para las comunidades diversas y multilingües que servimos. Quiero ver a este valioso recurso apoyado, nutrido y aceptado por cada adulto católico.

 Celebremos las Escuelas Católicas esta semana y comprometámonos a apoyarlos como una verdadera bendición de nuestra fe conforme avanzamos en el año 2016.

 En Cristo,

 Monseñor Gerald R. Barnes