Un grupo de 16 personas de la Diócesis que participan en diferentes aspectos del ministerio migratorio local recibieron un reconocimiento especial del Arzobispo de Los Ángeles, José H. Gómez, el 29 de septiembre en la Misa en Reconocimiento de Todos los Inmigrantes en la Catedral de Nuestra Señora de los Ángeles. La misa fue en reconocimiento del Día Mundial del Inmigrante y del Refugiado y concluyó la Semana Nacional de la Migración del 23 al 29 de septiembre.


Diez personas de la diócesis fueron reconocidas específicamente por su trabajo en la atención a los solicitantes de asilo que se encuentran “en libertad en la calle” en Estados Unidos en espera de su cita de la corte. Se trata del diácono Fernando Heredia, Regina Heredia, el diácono Mario Aguiar, AnnMarie Aguiar, el diácono René Quiroz, Verónica Quiroz, Gabriel Aguilera, Hilda Aguirre, Ignacio Zapien y Juan Zapien. Cuatro de los miembros del grupo diocesano fueron reconocidos por su ministerio con los encarcelados en centros de detención de inmigrantes. Se trata de la hermana María del Rosario Coronado, E.E.P., la hermana María Eva Plascencia, Abraham Romero y el diácono Bernardo Agustín. Por último, María Eva Hernández y Sandra González fueron reconocidas por su ministerio de asistencia a los inmigrantes en el proceso de naturalización.


La celebración fue un esfuerzo colaborativo del Grupo de Trabajo sobre la Inmigración del Sur de California (SoCal Immigration Task Force) compuesto por las Diócesis de Orange, San Bernardino, San Diego y la Arquidiócesis de Los Ángeles.


“Los obispos, sacerdotes, diáconos, y laicos de alrededor del mundo estuvieron en comunión por medio de, con y en Cristo, el extranjero,” dijo el Director de la Oficina Diocesana de Abogacía, Wilfredo Aguirre. “La Misa manda un mensaje claro sobre cómo la Iglesia responde cuando un extranjero llega a sus puertas.”


La Misa también ejemplificó el Mensaje de la Jornada Mundial para los Migrantes y los Refugiados 2024, mostrando el lema, “Dios Camina con Su Pueblo.” Este lema sirve como recuerdo de que Dios siempre acompaña a Su pueblo a través de la historia, guiándolo y proveyendo todo lo que necesita, tal como lo hizo para los Israelitas. El Papa Francisco hace una comparación entre las experiencias de los migrantes de hoy y el camino de los Israelitas de la antigüedad desde la esclavitud a la libertad, mostrando los retos parecidos de la opresión y la tribulación que enfrentan. De acuerdo a Justicia para los Inmigrantes, una campaña de la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos, como católicos, Jesús nos manda a brindar apoyo y cuidar de los más vulnerables entre nosotros, incluyendo los que no tienen ropa, los que tienen hambre, los encarcelados, y el extranjero. A través de este alcance, estamos llamados a acompañar a los migrantes en todas las etapas de su camino: desde su lugar de origen, en su camino y hasta su destinación final.