Por Natalie Romano


Efraín Vergara vista la tumba de su esposa todos los días. En esta mañana en particular, está plantando docenas de flores para el Día de Todas las Almas y está pensando en su querida Martha que falleció la primavera pasada después de 50 años de matrimonio.


Sufre mucho; pero hoy no tendrá que sufrir solo.


“Amo demasiado. La extraño todos los días,” compartió con emoción Vergara. “Ella lo era todo para mí.”


Sentado al lado de la tumba su dolor no pasa desapercibido, gracias al Ministerio Caminante en el Cementerio Católico de Nuestra Señora Reina de la Paz en Colton. El mes pasado, algunos seminaristas de la Casa de Formación San Junípero Serra empezaron a caminar por los terrenos del cementerio buscando a aquellos que necesitaban consuelo. Las visitas son más que un breve pésame ya que los seminaristas toman alrededor de 30 minutos de tiempo de calidad con cada doliente con el que se encuentran.


El director de formación pastoral de la Casa Serra, el Padre Javier González-Cabrera se acerca a Vergara y los dos hombres hablan y rezan juntos.


“[Los miembros del ministerio] toman la iniciativa con un profundo sentido de discernimiento-cuando deben de escuchar y cuando deben de hablar,” explicó el Padre González-Cabrera. “Nosotros también cargamos nuestro propio sufrimiento, nuestro dolor humano. Mi madre falleció y yo también soy humano y esto nos permite estar más conectados.”


Los seminaristas Anthony Gutiérrez de Corpus Christi en Corona y Christopher Rodríguez de San Francisco de Asís en La Quinta fueron asignados al Ministerio Caminante que toma lugar cada viernes.
“No somos perfectos, no somos dignos, solo estamos aquí para hacer lo que Cristo nos llama a hacer,” dijo Gutiérrez, seminarista de tercer año. “Si podemos ser una bendición a [los dolientes], que bien. Si no, rezaremos por ellos.”


Rodríguez, también en su tercer año del seminario, espera poder ofrecer “consuelo en medio del duelo” además de una perspectiva Católica.


“El duelo puede ser una experiencia profundamente difícil y abrumadora, al acompañar a los que sufren podemos ofrecer consuelo y apoyo, un oído atento, un hombro en que llorar, o una mano que pueda ayudar en las cosas prácticas,” dijo Rodríguez. “…Podemos recordar a los que sufren del amor de Dios, de su providencia y de la esperanza de la vida eterna.”


La presencia espiritual es exactamente lo que la Oficina de Cementerios Católicos de la Diócesis quiere ofrecer. El director, Alfred Martini, lanzó el ministerio el año pasado y después de recibir comentarios positivos, lo volvió a implementar con planes de expandirlo.


“Este ministerio ayuda [a los dolientes] a hablar sobre su dolor. Sienten esperanza, y que alguien se preocupa por ellos,” describió Martini. “Entonces estamos construyendo un programa para agregar que sacerdotes o diáconos estén presentes dos o tres días por semana.”


Martini dice que a los dolientes se les regala pequeñas botellas de agua bendita, se las da la oportunidad de firmar un libro conmemorativo y también pueden traer una foto de su ser querido a una Misa Memorial Anual en el Día de Todas las Almas celebrada en la capilla del cementerio el 2 de noviembre. La Misa de este año se celebró por el Obispo Auxiliar Emérito Rutilio del Riego con los concelebrantes Monseñor Gerard López, S.T.L., V.G. y el Padre González-Cabrera.


La Conmemoración de Todos los Fieles Difuntos o Día de Todas las Almas es un tiempo para recordar a nuestros seres queridos con oración, visitas al cementerio y la Misa. En este día de fiesta, los católicos oran para que las almas de los difuntos sean purificadas para que puedan entrar al reino de los cielos.


“Primero que nada, nuestro Señor Jesús nos está invitando y diciéndonos que debemos orar por [los difuntos] constantemente,” enfatizó el Padre González-Cabrera. “Ya sea que estén en el purgatorio.. o estén en el cielo… no sabemos…Nunca cometan el error que no hay ningún problema, ninguna necesidad. Es importante orar por ellos.”


Las lecturas bíblicas que corresponden a esta festividad además de la Oración de los Difuntos están disponibles en la página web de los Obispos Católicos de los Estados Unidos. Otra opción es rezar el Rosario en nombre de su ser querido que ha fallecido. Sin embargo, la manera en que ora es quizás más importante que la oración que escoge.


“Jesucristo siempre nos llama a orar con un corazón puro, un corazón compasivo, un corazón profundamente conectado a nuestro Señor,” dijo el Padre González-Cabrera. “…Este es un principio sencillo.”


Los seminaristas sirvieron en la Misa Memorial Anual del Día de Todas las Almas mientras también honraron a sus propios familiares. Rodríguez trajo fotos de sus abuelos para colocarlas en el altar.


“Mis abuelos tienen un lugar muy especial en mi corazón,” dijo Rodríguez. “…Ver los sacrificios que hicieron para proveer para mis tías, tíos y mis padres y sus tradiciones que nos dejaron... significan mucho para mí.”


Mientras que el Ministerio Caminante beneficia a los dolientes, también beneficia a los seminaristas que tienen la oportunidad de practicar el cuidado pastoral. El Padre González-Cabrera dice que esto le da a los futuros clérigos una oportunidad de caminar verdaderamente con la gente como lo hizo Jesús.


“Estamos en el proceso no solo de formar sacerdotes, pero sacerdotes que sean como Cristo,” dijo el Padre González Cabrera. “Para mí, tengo tanta esperanza y tanta emoción.”
Rodríguez dice que está emocionado por aprender y crecer en su nuevo ministerio.


“…este trabajo me ayudará a seguir desarrollando mi empatía, mis habilidades de escuchar… y mi fortaleza emocional,” dijo Rodríguez. “Esto también me ayudará, Dios mediante, a comprender mejor las luchas y los retos de los futuros parroquianos…”


Vergara, un parroquiano de la Iglesia de Santa Catalina de Siena en Rialto, está sentado al lado de sus flores naranjas y moradas y mira la tumba. Dice que está agradecido por la oportunidad de hablar sobre su esposa y rezar con un sacerdote.


“Rezamos un Padre Nuestro y un Ave María. Fue muy agradable para mí.”

Natalie Romano es una galardonada escritora independiente que reside en el sur de California.