El Obispo Alberto Rojas, el Obispo Emérito Gerald Barnes, sacerdotes, diáconos, amigos y familiares se reunieron en la Iglesia de la Sagrada Familia en Hesperia el 26 de agosto para celebrar la Ordenación de 11 hombres al Diaconado Permanente para la Diócesis de San Bernardino.
Los nuevos diáconos permanentes son: Hector Aguirre (Sagrado Corazón, Rancho Cucamonga), Armando Berumen (Sagrada Familia, Hesperia), Hernan Calderon (San Jorge, Ontario), Cesar Chavez (San Santiago el Menor, Perris), Hector Ramón García (Inmaculada Concepción, Colton), Thomas Imbruglia (San Pedro y San Pablo, Alta Loma), Carl Jones (San Antonio, San Bernardino), Andrés Raúl Lozada (Nuestra Señora del Monte Carmelo, Rancho Cucamonga), Alfonso Pastrana (Santa Marta, Murrieta), José Ramirez (Santa Isabel de Hungría, Desert Hot Springs) y Manuel Vides (Santa Isabel Ann Seton, Ontario).
Los 11 hombres procesaron dentro de la Iglesia de la Sagrada Familia junto con sus esposas, listos para hacer un compromiso y asumir las responsabilidades de un diácono permanente.
“Queridos amigos hoy estamos llenos de mucho gozo, mucha gratitud, estamos agradecidos con Dios por el regalo de estos hermanos que han respondido a la invitación que Nuestro Señor Jesucristo les ha hecho de ser servidores oficiales del altar, servidores de la palabra, y servidores de la caridad con un enfoque especial en los pobres,” dijo el Obispo Rojas. “La Diócesis de San Bernardino está bendecida en aceptarlos entre aquellos que predican la buena nueva.”
El Obispo Rojas preguntó si los 11 hombres presentes eran dignos de entrar al Diaconado y después de atestiguar que sí eran dignos el Obispo Rojas anunció, “Escogemos a estos hermanos para el Diaconado.”
“Fortalecidos por el don del Espíritu Santo, ellos le ayudarán al obispo y sus sacerdotes en los ministerios de la palabra, del altar y de la caridad, mostrándose ser servidores de todos,” dijo el Obispo Rojas.
Durante el Rito de Ordenación de Diáconos, los hombres se hincaron, uno por uno, ante el Obispo y le prometieron obediencia. Durante este Rito, el Obispo Rojas puso sus manos sobre las manos de los hombres y les preguntó, ¿“prometes obediencia y respeto a mí y a mis sucesores?” Luego ellos respondieron “Sí lo prometo.” Después el Obispo Rojas dijo, “Que Dios mismo lleve a término esta obra buena que en ti ha comenzado.”
Antes de la Imposición de las Manos, los hombres se prostraron mientras que el coro cantó la Letanía de los Santos, pidiéndole a los hombres y mujeres santos de la Iglesia que intercedieran por estos hombres mientras se preparaban para recibir este Sacramento.
Entonces era el tiempo para la Imposición de las Manos. Los hombres se hincaron ante el Obispo Rojas y él puso sus manos sobre la cabeza de cada uno, dijo una oración a través de la cual los hombres se convirtieron en diáconos.
Los nuevos diáconos volvieron a hincarse ante el Obispo Rojas. Uno por uno los nuevos diáconos pusieron sus manos en el evangelio y escucharon al Obispo Rojas decir “recibe el Evangelio de Cristo del cual has sido constituido mensajero esmérate en creer lo que lees, enseñar lo que crees y vivir lo que enseñas”
Estallaron los aplausos cuando los hombres se voltearon hacia la congregación como nuevos diáconos permanentes de la Diócesis de San Bernardino. Los clérigos luego se formaron en fila para dar el Beso de la Paz a los nuevos diáconos. El Obispo Rojas, el Obispo Emérito Barnes, clérigos y la congregación se formaron en una fila para abrazar y felicitar a cada nuevo diácono. Después la Misa siguió su forma normal, con algunos de los nuevos diáconos asistiendo al Obispo Rojas en distribuir el Cuerpo de Cristo a la congregación.
Antes de que terminara la Misa, el Obispo Rojas le presentó a cada una de las esposas de los nuevos diáconos un ramo de flores como una señal de apreciación. Luego los nuevos diáconos Carl Jones y Manuel Vides subieron al podio para compartir unas palabras de parte de todos los nuevos diáconos. Los dos hombres les agradecieron a todos que les ayudaron y los guiaron en su camino de formación. El Diácono Jones también proclamó que los nuevos diáconos estaban listos para servir diciendo, “Nuestros corazones están listos para servir con la fortaleza que nos da nuestro Señor Jesucristo de proclamar el Evangelio que abrirá corazones.”
El Obispo Rojas luego agregó algunas palabras para agradecer a todos los que habían hecho que el servicio de Ordenación fuera tan bello y a la parroquia de la Sagrada Familia por su hospitalidad. Luego anunció los nombramientos para los diáconos permanentes, Hernan Calderón fue nombrado a Nuestra Señora de Lourdes, Montclair y los otros 10 diáconos fueron nombrados a permanecer en sus parroquias para el momento.