Por María G. Covarrubias

Con gran anticipación, nos preparamos para participar en el VIII Encuentro Mundial de las Familias (EMF) que se llevará a cabo en Filadelfia del 22 al 27 de septiembre. Esta es la reunión de familias Católicas de todo el mundo para tener unos días de oración, catequesis y celebración del don de la familia. Este evento provee la oportunidad a la iglesia entera, y en particular a la Iglesia de los Estados Unidos para reflexionar sobre el don tan grande que es la familia.

 

En preparación para el EMF del 2015, la arquidiócesis de Filadelfia y el Consejo Pontificio para la familia pusieron a la disposición una catequesis preparatoria titulada “el amor es nuestra misión: la familia plenamente viva”. La catequesis preparatoria afirma y apoya lo que la Iglesia Católica tradicionalmente enseña sobre la familia. Esta catequesis forma la base para los eventos del EMF: talleres, juegos para jóvenes, y otras actividades. A todos los católicos se les anima a estudiar esta catequesis y a unirse a la Iglesia universal en oración para pedir las bendiciones de Dios sobre este evento. 

 La catequesis preparatoria para el EMF del 2015 incluye los siguientes diez temas: 

1. Creados para ser partícipes de su gozo

 Dios existe y nos creó a su imagen. Él es bueno; nos ama y toma una parte activa en nuestras vidas. Él envió a su único Hijo para restaurar nuestra dignidad y llevarnos a casa con él. 

2. La misión del amor

 Dios obra a través de nosotros. Estamos en el mundo por un propósito: recibir el amor de Dios y demostrarlo a los demás. Dios busca sanar un universo quebrantado. Somos llamados ser testigos y ayudantes en esta obra.

3. El significado de la sexualidad humana

 La creación es sagrada, incluyendo nuestros cuerpos. Esta tiene un significado sacramental y refleja la gloria de Dios. Nuestra sexualidad tiene el poder de procrear y participar en la dignidad de ser creados a la imagen de Dios. 

4. Dos que pasan a ser uno

 Somos creados para relacionarnos. Los seres humanos se necesitan y completan mutuamente. La amistad y la comunidad satisfacen ese anhelo con vínculos de amor e intereses comunes. El matrimonio es una forma de amistad particularmente íntima que llama a un hombre y una mujer a amarse de manera comparable a la alianza de Dios. El matrimonio es un sacramento. 

5. Crear el futuro

 El matrimonio tiene como propósito el ser fértil y recibir la vida nueva. Los niños dan forma al futuro. Los niños criados con amor y guía son el cimiento de un futuro amoroso. Las familias son la base sólida para las comunidades. Las familias son Iglesias domésticas, lugares donde los padres ayudan a los niños a descubrir que Dios los ama y tiene un plan para la vida de cada uno de ellos. 

6. Todo amor es fecundo

 No todos están llamados al matrimonio. Pero toda vida tiene el propósito de ser fértil. Toda vida tiene el poder y la necesidad de nutrir la vida nueva: si no es a través de dar a luz y criar niños, entonces a través de otras formas vitales de entrega personal, de desarrollo y de servicio. 

7. Luz en un mundo oscuro

 La familia es una escuela de amor, justicia, compasión, perdón, respeto mutuo, paciencia y humildad en medio de un mundo oscurecido por el egoísmo y el conflicto. 

8. Un hogar para los que sufren

 Muchas personas hoy enfrentan situaciones dolorosas que surgen de la pobreza, la discapacidad, la enfermedad y las adicciones, el desempleo y la soledad de la edad avanzada. Pero el divorcio y la atracción por el mismo sexo impactan la vida familiar de maneras diferentes y poderosas. Las familias deben ser fuentes de misericordia, seguridad, amistad y apoyo para los que luchan contra estos problemas. 

9. Madre, Maestra, Familia: La naturaleza y la función de la Iglesia

 La Iglesia tiene formas institucionales porque debe trabajar en el mundo. Pero eso no agota su esencia. Según las palabras de San Juan XXIII, ella es nuestra madre y maestra, nuestra consoladora y guía, nuestra familia de fe. Aunque su pueblo y sus guías pequen, seguimos necesitando su sabiduría, sus sacramentos, su apoyo y su proclamación de la verdad, porque ella es el cuerpo de Jesus mismo en el mundo. 

10. Elegir la vida

 Dios nos hizo por una razón. Su amor es nuestra misión en la vida. Si decidimos abrazar esta misión, tenderemos una perspectiva nueva sobre muchas cuestiones, no solo la familia. Nuestra misión de amor exigirá valentía y fortaleza. Jesús está llamando y nosotros podemos responder, eligiendo una vida de fe, esperanza, caridad, gozo, servicio y misión. 

Realmente, este es un tiempo en el que la Iglesia quiere apoyar a las familias y ayudarlas en su misión indispensable. Unámonos en oración para que Dios ayude, fortalezca, sane, y de esperanza a las familias en nuestro país y en todo el mundo. ¡Dios le bendiga a usted y  su familia!

 Para más información visite www.WorldMeeting2015.org

María G. Covarrubias es la Directora de la Oficina para el Ministerio de la Catequesis de la Diócesis de San Bernardino.