Tres mujeres de nuestra Diócesis regresaron renovadas e inspiradas después de asistir a un nuevo curso de Extensión Católica para mujeres hispanas titulado “Mujeres Valientes.”

Las mujeres de nuestra Diócesis que asistieron fueron Verónica Quiroz, de Santa Isabel de Hungría, Desert Hot Springs; Irma Corzo, de Nuestra Señora del Desierto, Apple Valley; y la hermana Rosario Coronado, EEP, que pertenece a la congregación Evangelizadoras Eucarísticas de los Pobres.

El curso tuvo lugar del 16 al 19 de junio en la Universidad de Dallas, Texas, y fue presentado por el personal del Ministerio de Evangelización de la Universidad de Dallas. Cubrió varios temas relacionados con el tema más amplio de lo que significa ser mujeres latinas líderes en los ministerios de la iglesia de hoy.

Una de las áreas en las que se centraron fue el ejemplo y la experiencia de las mujeres valientes en la Biblia. “Me gustó la perspectiva... de Rut y Miriam. Por ejemplo, que [Rut] era moabita y emigró a otro lugar. Eso es una conexión con los que hemos inmigrado a este país y hemos vivido esas experiencias difíciles del idioma, la adaptación, posiblemente la religión y la cultura”, dijo Corzo.

Otro tema del curso fue “La mujer y el rey”, que trataba de saberse hija de Dios. “Nada empodera más a una mujer que la dignidad de saberse hija de Dios”, dijo Quiroz. Otros temas que se trataron en el seminario fueron “Sanar nuestro niño interior” y “Edificarse mutuamente”.

Las mujeres quieren tomar lo que aprendieron en el curso y aplicarlo a sus diversos ministerios en la Diócesis. Corzo quiere llevar lo que aprendió a las mujeres de las cárceles, especialmente las historias de las mujeres fuertes de la Biblia. “A pesar de todas las situaciones que vivieron... su fe se hizo más fuerte”, dijo de esas mujeres bíblicas. Corzo cree que a las mujeres de las cárceles les vendría bien esa fortaleza, ya que se enfrentan a muchos retos, como estar lejos de sus seres queridos y sufrir malos tratos y deshumanización.

Corzo dijo que le gustaría poder ofrecer este curso en la Diócesis de San Bernardino, especialmente en el Alto Desierto. “Nos da mucha esperanza, mucha confianza y mucha alegría saber que no somos las únicas mujeres en esta situación que han enfrentado cosas difíciles en la vida, y que hay otras mujeres que lo han vivido y nos están dejando un gran mensaje de fe, esperanza y amor”, dijo ella.