Por segunda vez en poco más de un año, la Parroquia del Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe en Mecca ha perdido su párroco debido al COVID-19.

El Padre Jesús Samuel Palomares Vega, S.T., falleció en la rectoría de su parroquia el 16 de febrero a la edad de 58 años. Su muerte fue inesperada y solo había mostrado síntomas leves en los días antes de su muerte. Inicialmente la causa no estaba clara pero un informe de autopsia y el certificado de muerte del Departamento de Salud Pública del Condado de Riverside confirmaron que había muerto de COVID-19.

El Padre Palomares fue instalado como párroco del Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe hace solo ocho meses. El párroco anterior, el Padre Francisco Valdovinos, S.T., falleció el 17 de enero de 2021 de COVID-19.

El Padre Francisco Gómez, S.T., párroco de la parroquia vecina de Nuestra Señora de la Soledad en Coachella, llamó la muerte repentina del Padre Palomares “un shock absoluto.”

“Hay una tristeza que pesa profundamente sobre Nuestra Señora de la Soledad y el Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe. Se siente como si apenas estábamos comenzando a sanar de una pérdida [el fallecimiento del Padre Valdovinos], y luego viene otra,” dijo el Padre Gómez.

Francisco Sánchez, un parroquiano del Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe, describió el ambiente de la parroquia como sorprendido pero orante.

“Es un tiempo para reflexionar sobre como el Señor nos invita a estar preparados,” dijo él. “Nadie sabe el día ni la hora.”
El Padre Palomares nació en la Ciudad de México el 24 de diciembre de 1963. Entró a la Orden de los Sirvientes Misioneros de la Santísima Trinidad y profesó sus votos el 8 de septiembre de 1988. Fue ordenado al sacerdocio el 27 de junio de 1992 en la Ciudad de México.

Como sacerdote misionero sirvió en varias misiones en México, Puerto Rico y los Estados Unidos. Fue asignado a Nuestra Señora de la Soledad en Coachella en junio de 2015 como vicario parroquial y fue nombrado párroco de Nuestra Señora de Guadalupe en Mecca en julio de 2021.

El Padre Palomares era un músico talentoso y un maestro de coro, especialmente con los niños. El Padre Michael Barth, S.T., el Custodio General de su Congregación, llamó al Padre Palomares “amable y generoso.”

El Padre Palomares es sobrevivido por dos hermanas, Patricia y Dora, que viven en México.

La Misa de Resurrección para el Padre Palomares, celebrada por el Obispo Alberto Rojas, tuvo lugar el 1° de marzo en Nuestra Señora de la Soledad. Su cuerpo será trasladado a México donde se llevará a cabo el funeral con su familia. Será enterrado en la sección de los Sirvientes Misioneros en la Basílica de Nuestra Señora de Guadalupe en la Ciudad de México.

Sobre la muerte repentina del Padre Palomares, dijo el Obispo Alberto Rojas, “Me conmocionó. Esto realmente es devastador para los feligreses [del Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe], la Comunidad Trinitaria y para todos nosotros.”

El Obispo Rojas recordó el gozo de la Misa de Instalación para el Padre Palomares en el Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe que él celebró el 25 de julio de 2021. “Fue bello estar ahí,” dijo él.
Mientras que la parroquia sigue asimilando la muerte del Padre Palomares, Sánchez dijo que están recordando una frase que él decía con frecuencia, “la vida sigue.”

“Es un recuerdo de la promesa de Dios de la Resurrección,” dijo Sánchez. “La vida no termina, se transforma a la vida eterna.”