La fase Diocesana del Sínodo mundial sobre la Sinodalidad comienza con una Misa el 17 de octubre, sesiones de escucha seguirán

El Obispo Alberto Rojas invitará al clero, religiosos y laicos de la Diócesis a un periodo intensivo de conversación, sobre el estado de la Iglesia Católica y su dirección futura, cuando inaugure la fase local del Sínodo Mundial con una Misa de Apertura el 17 de octubre en La Iglesia Nuestra Señora Reina de los Ángeles en Riverside.

“Será un momento bendecido para que nosotros comencemos nuestra jornada compartida en platicar y escucharnos el uno al otro sobre las realidades de nuestra Iglesia local y como el Espíritu Santo nos está llamando,” dijo el Obispo Rojas sobre la Misa de Apertura.  El 7 de septiembre, el Vaticano emitió un documento preparatorio y un manual para el Sínodo sobre la Sinodalidad del 2023 para que fueran revisados por todas las diócesis católicas del mundo sobre los próximos seis meses.

“Es precisamente este camino de sinodalidad que Dios espera de la Iglesia del tercer milenio,” articula el nuevo documento, citando al Papa Francisco.

“Este camino, que sigue tras la “renovación” de la Iglesia que se propuso por el Concilio Vaticano Segundo, es al mismo tiempo un don y una tarea.”

De acuerdo con el Vaticano, el documento preparatorio es “una herramienta para facilitar la primera fase de escuchar y consultar al Pueblo de Dios de manera particular a las Iglesias” para la fase diocesana del sínodo.

La fase diocesana  

Durante la fase diocesana, se le pide a cada obispo que emprenda un proceso consultivo con la Iglesia local del 17 de octubre del 2021 hasta abril del 2022.

El manual dice que las diócesis deberían de organizar reuniones locales para hacer “consultas sinodales” y también crear oportunidades para que los individuos den su opinión directamente a la diócesis.

Recomienda que varias parroquias se reúnen para estas “reuniones consultivas sinodales” para que “una gama de personas de diferentes estratos sociales y económicos, etnias, y edades” participen.

El documento preparatorio, manual y encuesta deben ser revisados por las diócesis, además por los superiores generales, uniones y federaciones de la vida consagrada, movimientos laicos internacionales y universidades Católicas durante esta fase.

La Hermana Leticia Salazar, ODN, Canciller de la Diócesis de San Bernardino, ha convocado un comité diocesano para desarrollar recomendaciones sobre cómo llevar a cabo el proceso consultivo, a nivel local, y como producir un reporte sobre la fase diocesana que cada obispo diocesano tiene que entregar al Papa Francisco para abril del próximo año.

“Este proceso tiene el poder de movernos hacia adelante,” dice la Hermana Salazar.  “Qué tipo de iglesia, qué tipo de comunidad de fe necesitamos ser para el futuro cercano.”

Preguntas centrales que se van a considerar

Las preguntas están incluidas al final del manual, que dice que la “pregunta fundamental” que se considerará por las diócesis y los obispos a través de este proceso de varios años es la siguiente: 

“En una Iglesia sinodal, que anuncia el Evangelio, todos “caminan juntos”: ¿cómo se realiza hoy este “caminar juntos” en la propia Iglesia particular? ¿Qué pasos nos invita a dar el Espíritu para crecer en nuestro “caminar juntos”?”

A la luz de esto, las diócesis recibirán y responderán a las siguientes preguntas:

— ¿Cuáles son las dificultades, obstáculos y heridas en la iglesia local?

— ¿Que nos pide el Espíritu Santo?

— En nuestra Iglesia local, ¿quiénes son aquellos que “caminan juntos”?  ¿Quiénes son los que están más separados?

— ¿Como nos habla Dios a través de las voces que a veces ignoramos? ¿Como se le escucha al laicado, especialmente a las mujeres y a los jóvenes? ¿Que facilita o impide nuestra capacidad de escuchar?

— ¿Como funciona la relación con los medios de comunicación locales (no solo los medios de comunicación católicos)? ¿Quién habla de parte de la Comunidad Cristiana, y como son elegidos?

— ¿Como es que la oración y las celebraciones litúrgicas realmente inspiran y guían nuestra vida y misión común en nuestra comunidad?

— ¿Qué impide que los bautizados sean activos en la misión? ¿Qué áreas de misión estamos descuidando?

— ¿A qué medida es que los pueblos diversos de nuestra comunidad se reúnen para dialogar? ¿Dónde son los lugares y cuáles son los medios de diálogo dentro de nuestra Iglesia local?

— ¿Cómo es que las diferencias de visión, conflictos o dificultades se enfrentan?  ¿A cuáles asuntos particulares en la Iglesia y la sociedad necesitamos prestarles más atención?

— ¿Cuál es la relación que tiene nuestra comunidad eclesial con miembros de otras tradiciones y denominaciones cristianas?

— ¿Como es que nuestra comunidad eclesial identifica los objetivos que se deben perseguir, la manera de alcanzarlos, y los pasos que se deben tomar? ¿Como se ejerce la autoridad y el gobierno dentro de nuestra iglesia local? 

— ¿Cómo promovemos la participación en el proceso decisorio dentro de las estructuras jerárquicas? ¿Nuestros métodos de toma de decisiones nos ayudan a escuchar a todo el Pueblo de Dios?

¿Qué es la Sinodalidad?

El documento preparatorio describe la Sinodalidad como “la forma, el estilo y la estructura de la Iglesia.”

El Cardenal Mario Grech, secretario general del Sínodo de Obispos, habló en una mesa redonda, junto con los subsecretarios Hermana. Nathalie Becquart y el Obispo Luis Marín de San Martin.

Myriam Wijlens y el Padre Dario Vitali, consultores para el Sínodo, también respondieron a preguntas como parte de la mesa redonda.

En la rueda de prensa, Grech dijo que la Sinodalidad es “el fruto maduro” del Concilio Vaticano Segundo.

“El proceso sinodal es primero y sobre todo un proceso espiritual.  No es un ejercicio mecánico para recopilar datos o una serie de reuniones y debates.  El escuchar sinodalmente está orientado hacia el discernimiento,” dice el manual.

El manual describe el camino sinodal como una experiencia en “escuchar auténticamente y discernir el camino de convertirnos en la Iglesia que Dios nos llama a ser.”

“El sínodo no es un parlamento,” dijo el cardenal.

“Un sínodo es una experiencia en que todos escuchan el Espíritu Santo,” añadió el cardenal.

La Agencia de Noticias Católicas contribuyó a este artículo.