Por Mario Martínez
“Mi esposa se fue, tomó todo nuestro dinero y no me deja ver a los niños.”… “Tuve que solicitar el divorcio civil; él estaba abusando de todos nosotros y, francamente, temíamos por nuestras vidas.”… “No podía creerlo. Me dejó después de que le entregué los mejores años de mi vida.”
La mala noticia es que estos lamentos vienen de los corazones de fieles aquí en la diócesis de San Bernardino. Lo sé porque durante los últimos años he participado de forma directa en el ministerio que apoya a separados y divorciados. Lamentablemente, la tragedia de familias fragmentadas es una realidad en nuestra Iglesia.
La buena noticia es que la Diócesis de San Bernardino se está convirtiendo en pionera en el ministerio de apoyo para separados y divorciados. Por medio de la Iniciativa para la Educación Matrimonial, San Bernardino fue la primera diócesis en California en introducir este programa y ofrecer entrenamiento a líderes de grupo para todas las parroquias. En los últimos dos años, la diócesis ha organizado Al Lado del Pozo, un día de reflexión para los separados y divorciados y en Marzo del 2016 está previsto otro día de retiro en Nuestra Señora del Monte Carmelo en la cuidad de Rancho Cucamonga. (www.SBIniciativaParaElMatrimonio.org)
En su audiencia general del pasado 24 de junio del 2015, el Papa Francisco nos recordó que en la familia existe un vínculo el cual es difícil de desintegrar. Él reafirma que “todo está unido entre sí: cuando su alma está herida en algún punto, la infección contagia a todos.” En muchas ocasiones, la pareja comprometida en formar una familia al casarse, se empieza a invadir de pensamientos egoístas; dejan de considerar que el bienestar del matrimonio es más importante que los deseos individuales de cada uno. Por consecuencia, sin desearlo, afectan “profundamente en el corazón y la vida de los hijos.”
El Papa también reconoce que “hay casos donde la separación es inevitable. A veces puede llegar a ser incluso moralmente necesaria, cuando precisamente se trata de sustraer al cónyuge más débil, o a los hijos pequeños, de las heridas más graves causadas por la prepotencia y la violencia, el desaliento y la explotación, la ajenidad y la indiferencia.”
Como Iglesia y aquí en la Diócesis de San Bernardino, las enseñanzas esenciales del ministerio para el apoyo de separados/divorciados católicos y familias rotas, son las siguientes:
*Dios te ama más de lo que te imaginas, incluso cuando no lo sientes. *No estás solo o sola para llevar tu cruz. No podemos y no tomaremos tu cruz, pero te ayudaremos a llevarla y limpiar el sudor de tu frente. *La redención de la humanidad siguió la muerte de Jesús. Dios promete que un mayor bien puede venir a toda tu familia por medio de esta forma de crucifixión. *La Iglesia como madre tiene normas para llevarte a la plenitud de lo que Dios quiere para ti. *Lo mejor que puedes hacer por tus hijos es acercarte y estabilizarte en la roca de tu fe. *La justicia perfecta no puede suceder aquí en la tierra, pero se promete en el cielo y vale la pena la espera. *¡También esto pasará!
- Mario Martínez es Coordinador de la Iniciativa Matrimonial de la Oficina del Ministerio para la Catequesis en la Diócesis de San Bernardino.