Su antecesor recuerda haber visto su nombre como, “Padre Gerry Barnes,” en una lista de posibles nuevos obispos en el Oeste.

Todo fue parte del programa de la Cena de Gala que con buen humor y calor humano se celebró del 17 de marzo en el Hotel Doubletree para honrar el 25 Aniversario Episcopal del obispo Gerald Barnes. Lo acompañaron más de 40 miembros de su familia, 11 hermanos obispos, decenas de sacerdotes, diáconos y hermanas religiosas, y muchos empleados diocesanos antiguos y actuales. Alrededor de 470 personas asistieron a la cena.

    El enfoque de la tarde fue el lema episcopal del Obispo Barnes, “Amar es entregarse”, en el que destacaron representaciones del pasado, presente y futuro de la diócesis. El Obispo Emérito Philip Straling, el obispo fundador de San Bernardino, habló de los eventos relacionados con la llegada del Obispo Barnes como Obispo Auxiliar de la Diócesis, y después de su nombramiento como Obispo Ordinario por San Juan Pablo II en 1995.


“Afortunadamente la Santa Sede buscó y vio que ya había un buen obispo aquí,” dijo el Obispo Straling durante sus observaciones. “Y dijeron, nombremos a Gerry Barnes.”


El Padre David García, un compañero de clase en el seminario del Obispo Barnes, con buen humor describió sus tempranos días de ministerio juntos y luego como los dones pastorales de “Monseñor Barnes” eventualmente lo pusieron en camino de regreso a California como Obispo Auxiliar. “Cada ministerio que él ejerció en la Arquidiócesis de San Antonio fue hecho lo mejor que usted pueda imaginar,” recordó el Padre García, “porque era inclusivo, porque alentaba a los demás, porque energizaba a los demás, porque creía en los demás…”
“Cuando se fue nos dio gusto por él pero tristeza por nosotros, a ustedes les tocó un tipo magnifico.”


  El Consejo Presbyteral Diocesano, un grupo de 19 sacerdotes que es un cuerpo consultivo principal para el Obispo Barnes, le rindió tributo con una canción, “Jubilate Deo,” escrita por uno de sus miembros, el Padre Gene Sabio, M.S.C. La conmovedora serenata de los sacerdotes al Obispo atrajo el aplauso más fuerte de la tarde.


Los cantos continuaron cuando un coro de niños de la Parroquia de Nuestra Señora de la Soledad en Coachella interpretó las canciones “Amigo” y “Amar” en honor al Obispo Barnes.


Después durante el programa, el abogado y benefactor diocesano, Bill Lemann anunció la creación de tres nuevas dotaciones en honor al 25 Aniversario Episcopal del Obispo Barnes. El Programa de Dotación de Becas para el Seminario “George Rubén Barnes y Aurora Celaya Barnes”, nombrado en honor a los padres del Obispo Barnes y establecido con una generosa contribución del Sr. Lemann y su esposa Janice; El Fondo “Obispo Gerald Barnes para Obras de Caridad”, establecido con una generosa donación del Dr. Vellore y Grace Muraligopal; y la Dotación “Honrando nuestro Pasado, invirtiendo en Nuestro Futuro” para beneficiar la construcción del Centro Newman en la Universidad Estatal de California, en San Bernardino, establecida con la generosa donación de Mary Ganje en memoria de su difunto esposo, Tony.


Los miembros de la comunidad que gusten contribuir a cualquiera de estos tres fondos pueden contactar a la Oficina Diocesana de Mission Advancement al (909) 475-5460.


Al cierre de la Gala, Berenice Villa, una joven adulta, ofreció su perspectiva del futuro de la Diócesis y lo que el liderazgo del Obispo Barnes significa para los jóvenes y jóvenes adultos católicos. Ella recordó un momento que compartió con el Obispo Barnes en una conferencia cuando el sencillamente le preguntó por su punto de vista de los acontecimientos del día.


“No se me había preguntado en mi parroquia sobre mi pensar como joven, hasta que el Obispo Barnes lo hizo ese día,” recordó Villa. “Yo tenía 20 años y sentí que mis preocupaciones fueron escuchadas.”