SAN BERNARDINO—A raíz del trágico tiroteo del 29 de julio del niño de cuatro años de edad en Highland, Daniel Muñoz, la parroquia de San Bernardino sirvió como un lugar para que miembros de la comunidad expresaran su dolor, oraran y renovaran la convocatoria de programas contra la violencia en San Bernardino.

 El 20 de agosto, lideres juveniles de Congregaciones Unidas para el Cambio, ICUC por sus siglas en inglés, en San Bernardino condujeron una vigilia de oración en San Bernardo donde se invitó a los residentes de la comunidad, el clero y los funcionarios de la ciudad para exigir el fin de la violencia en San Bernardino.

Los líderes de ICUC han estado investigando un programa contra la violencia llamado Operación Alto al fuego y están trabajando con el clero local para ver cómo se podría implementar a nivel local.

 Como parte de la vigilia, Karla Elizarraraz, estudiante en San Bernardino Valley College, y Rick Córdova, graduado de la Universidad Estatal de California en San Bernardino, presentaron un informe en el que se describe el alto número de homicidios en San Bernardino a lo largo de los años. El clero de diferentes congregaciones en todo San Bernardino también hablaron en contra de la violencia y en favor de la Operación Alto al fuego para ser implementada en San Bernardino con el nombre de Terreno Común para la Paz (Common Ground for Peace).

 Entre los conferenciantes se encontraban el Padre Leonard de Pasquale, administrador de la parroquia San Bernardino; Anna Hamilton, Oficina de Justicia Restaurativa, Diócesis de San Bernardino; Jesse Chávez, Miembro de ICUC; y Luis Tirado, un líder juvenil de ICUC, primo de Daniel Muñoz.

 “Estoy harto de oír la gente hablar mal de mi ciudad. Estoy harto de que la gente le llame un mal lugar para vivir debido a las acciones de tan pocos. Estoy harto de escuchar a mis amigos que se quieren ir de inmediato después de graduarse y no volver nunca, porque simplemente no les gusta este lugar “, dijo Tirado en la vigilia.

 Chávez dijo que la comunidad debe continuar presionando a los políticos locales a tomar medidas para abordar los delitos violentos en la ciudad.

 “Es hora de que nos reunamos como comunidad y pidamos a nuestros funcionarios electos que pusimos a cargo a poner fin a la violencia con armas y traer sanación a nuestras comunidades”, dijo Chavez.

 En la vigilia, ICUC invitó a los que asistieron a repasar y firmar una carta de la comunidad sobre el esfuerzo contra la violencia que luego le presentaron al alcalde de San Bernardino Carey Davis, quien estaba presente.

 Líderes del ICUC dijeron que continuarán trabajando con los miembros de la comunidad, el clero, funcionarios de la ciudad y el departamento de policía de San Bernardino para implementar la Operación Alto al fuego bajo el nombre de Terreno Común para la Paz (Common Ground for Peace) para reducir la violencia en la ciudad.