Por Petra Alexander

 La Comunidad Hispana de nuestra Diócesis recibe con especial alegría la nominación del Diácono Luis y Rosa Sánchez como receptores del premio “Amar es Entregarse”. El Diácono Luis comenzó su ministerio como Coordinador de Formación, Ministerio y Vida de los Diáconos unos meses después de haberse retirado de su trabajo como Ingeniero Estructural para la ciudad de Los Ángeles.

 Rosy su esposa lo motivó para que usara sus dones en bien de la Iglesia y fue así como inició un comité en su parroquia de Nuestra Señora del Monte Carmelo, para hacer reparaciones, poco a poco se fue envolviendo en los ministerios como Ministro Extraordinario de la Santa Comunión y miembro del concilio parroquial. Su párroco lo invitó a asistir al programa del Diaconado y podríamos decir que allí comenzó la semilla de una familia diaconal. “Siempre he recibido apoyo de cada uno de los miembros de mi familia. Mi esposa atiende todos los talleres y actividades y en sus horarios y actividades respetan el tiempo de mis servicios, acompañan y apoyan.” En el año 2012 el Diácono Luis fue invitado a ser parte del equipo responsable de la Formación Permanente del Diaconado, y también de la formación de los candidatos. Desde que entró ha tenido el propósito de lograr el bilingüismo del programa, de encontrar los maestros en inglés y español, así como de buscar los recursos, bibliografías que le den una consistencia integral al programa.

 En el año 2014, cuando nuestra Diócesis recibió por primera vez a los niños centroamericanos, el Obispo Barnes nombró al Diácono Luis Coordinador de la Ayuda Humanitaria. La operación fue breve, sin embargo, dio la oportunidad de crear un plan, de probar la capacidad de la Diócesis de responder a una emergencia. En octubre del 2018, con el llamado de ayuda para las caravanas de Centroamérica, nuevamente el diácono convocó y sostuvo la Operación Bienvenida. El Diácono Luis sostuvo desde el 2018 hasta septiembre del 2019 la organización de recursos para poder ayudar a seis mil centroamericanos a llegar a su lugar de destino al tiempo que corría las actividades del Diaconado y los servicios de su asignación parroquial.  El Diácono Luis reconoce en todo momento que la vasta respuesta ministerial de este tiempo la ha apoyado en su familia. Rosy le acompaña a las clases pre bautismales, a los funerales, Sonia maneja hacia algunas de sus juntas o visitas los fines de semana y puede decir que en las parroquias donde ha estado asignado: Nuestra Señora del Monte Carmelo, San Jorge, Ontario y Nuestra Señora de Lourdes, anima la vida de las comunidades y del liderazgo hispano haciendo visible lo que hemos cantado tantas veces: darse uno mismo, eso es amar.